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La casa natal del escultor Pablo Gargallo volver a a ser la que fue

La casa natal del escultor aragonés Pablo Gargallo, en Maella (Zaragoza), va a ser restaurada para consolidarla, devolverle su estado primitivo y destinarla a un archivo documental, fotográfico y bibliográfico sobre el artista. Gargallo nació el 5 de enero de 1881 en el número 20 de la calle de Extramuros Bajos de la citada localidad zaragozana. Era hijo de una familia de origen campesino que, por dificultades económicas, tuvo que emigrar en 1888 a Barcelona.La casa natal del escultor es de reducidas dimensiones y, con su restauración, se pretende, según el estudio-memoria realizado por el Ayuntamiento de Marbella, devolverla al estado inicial y eliminar los añadidos. El anterior inquilino -antes de ser adquirida por el Ayuntamiento y la hija del escultor, Pierrette- pintó de verde las paredes y colocó mosaico en el suelo, entre otras transformaciones. "Pretendemos consolidar el edificio, arreglar el tejado y las partes dañadas, quitar los añadidos, buscar las raíces del artista y reflejar la humildad de la vivienda de los Gargallo", dice el alcalde de la localidad, Eduardo Lacasa.

El Gobierno aragonés ha presupuestado un millón y medio de pe setas para tal fin, y existe el proyecto de adquirir la otra casa colindante a la natal de Gargallo. Ambas debieron constituir en tiempos una misma vivienda, se parada luego por un leve tabique. Este edificio es propiedad de una señora que vive en Badalona, con la que el alcalde de Maella piensa entrar en contacto. La casa natal de Gargallo se destinará a un archivo documental, fotográfico y de escritos sobre el artista. Maella reforzará así aún más los lazos con su ilustre hijo, al que dedicó una avenida en la que hay una escultura suya -la titulada El joven en la playa-, una de las últimas obras que realizó el artista.

Por otro lado, el Museo Pablo Gargallo de Zaragoza contará, en su entrada, con dos esculturas ecuestres del artista. Se trata del conjunto denominado Saludo olímpico, que consta de dos atletas, el clásico y el moderno, realizado en 1928 y 1929 respondiendo al encargo de la Exposición Internacional de Barcelona de ese último año. Las esculturas se instalaron en el estadio olímpico de Montjüich, donde permanecieron hasta 1981, cuando pasaron al palacio de la Virreina.

A partir de estos dos únicos ejemplares existentes, con la autorización del Ayuntamiento de Barcelona y la conformidad de la hija y heredera del artista, se ha fundido en bronce, a lo largo del último año, un ejemplar de cada una de las esculturas, con destino al museo de Zaragoza, de propiedad municipal. El traslado y el acto de colocación de las dos esculturas se producirá durante las proximas fiestas del Pilar.

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