Muñoz Seca, un recuerdo erróneo
De paseo.En noviembre se cumplirán 50 años del asesinato de Muñoz Seca; esta conferencia actuada que programa el ciclo de Los Veranos de la Villa se proclama como un homenaje. Lástima que el texto de Rodríguez Méndez esté lleno de errores y confusiones que el director-actuante, Luis Escobar, no ha corregido.Muñoz Seca no fue un escritor neutral, sino político contra la segunda República española, la izquierda y el obrerismo; no salió hacia la muerte desde la cárcel Modelo, sino de la de San Antón, ni en un coche con unos milicianos, sino en uno de los autobuses de dos pisos que se utilizaban para las siniestras sacas hacia Paracuellos del Jarama. Pedro Muñoz Seca no pronunció entonces su famosa frase "me lo habéis quitado todo menos el miedo", sino al principio de su detención, según testimonios de compañeros de celda.
Homenaje a Muñoz Seca, conferencia actuada de José María Rodríguez Méndez
Intérpretes: Luis Escobar y María Paz Ballesteros. Dirección: Luis Escobar.Estreno, Lonja de las Terneras. Madrid, 12 de agosto.
Víctimas
No fue asesinado por ser quién era, sino entre otras muchas personas víctimas de las matanzas de noviembre a las que se sacaba de las cárceles con falsas órdenes de libertad (y algunas de sus obras se siguieron representando en la España no invadida); no acudió a colaborar con otros autores por necesidades de la demanda, sino porque era muy habitual en su tiempo y género (de 300 obras, únicamente un tercio las firmó solo), ni sus colaboradores fueron secundarios (García Álvarez, Pérez Fernández, López Núñez, en una ocasión Azorín); ni se puede hablar de la República socialista de 1936, porque no lo era.Tampoco fue maltratado sistemáticamente por la crítica. Hay cuestiones de concepto que pueden, por lo menos, discutirse; la identificación entre el astracán y el esperpento o su condición de precursor de Enrique Jardiel Poncela, Miguel Mihura, Tono o Edgar Neville.
La época
En el mismo texto de José María Rodríguez Méndez hay una pintura de época llena de anacronismos, unas evocaciones de situaciones ajenas -la historia de Anita Delgado, el incendio del teatro Novedades-, nuevos errores (la historia de Loreto Prado y Enrique Chicote)...Habrá que esperar otro homenaje más serio a quien fue la punta de un fenómeno teatral de gran interés social. Hoy tiene poco, porque estaba enteramente adherido a su tiempo y significaba muy frecuentemente una aguda crítica, desde el punto de vista conservador, a las costumbres, tópicos o progresos de su tiempo.
Las escenas seleccionadas son poco significativas. Y Luis Escobar y María Paz Ballesteros sacaron adelante como pudieron su aventura, que fue bien acogida por el público.
Babelia
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