El Segura inunda la huerta murciana y amenaza la de Orihuela

El Segura inundó ayer grandes extensiones de la huerta de Murcia como consecuencia de las fuertes tormentas del pasado viernes. Por la tarde, pese a que continuaba la alerta y el río llegó a alcanzar una cota superior a los seis metros, la situación empezaba a estar dominada. A las ocho de la tarde la riada comenzó a afectar a la comarca de Orihuela, en Alicante, y a medianoche rompió diques de contención entre Alquerías y el Raal, en Murcia, donde un número no precisado de vecinos fue desalojado de sus viviendas. Unos 500 voluntarios de Protección Civil estaban listos para intervenir. Las pérdidas podrían alcanzar en Murcia los 3.000 millones de pesetas, y otro tanto en el resto.

Un gran número de familias fueron evacuadas en Murcia al verse afectadas sus casas por las aguas del Segura, que en apenas un día aumentó su caudal de 15 metros cúbicos por segundo a 300. Protección Civil desconoce cuantos ciudadanos tuvieron que ser rescatados, toda vez que en las tareas de salvamento intervinieron diversas fuerzas en cada municipio.Según datos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), el río va a desembalsar en el Mediterráneo, en Guardamar (Alicante), entre ocho y diez millones de metros cúbicos de agua en sólo 24 horas, cantidad similar a la de las inundaciones de octubre de 1982. Miles de personas permanecieron junto al Segura toda la noche del sábado para seguir de cerca el desarrollo de la riada, que en lugares cercanos a la capital llegó a cubrir los árboles.

Siete carreteras secundarias quedaron cortadas por la avalancha de barro y piedras arrastrados por las avenidas y el desbordamiento del río. En Jumilla una de las localidades más afectadas, se derrumbó un puente quedaron inutilizados varios accesos. Allí, medio centenar de familias perdieron sus enseres. En Cieza las aguas alcanzaron un metro y medio de altura en el colegio de San José Obrero y también se inundó el campo de deportes, donde el agua llegó a los largueros de las porterías. Una de las pilastras del puente de la carretera que une Lorquí y Ceutí se hundió a media tarde.

El mayor peligro se produjo al concluir la jornada. Hacia la medianoche las aguas arrastraron varias motas del río (reforzamientos artificiales o diques formados por sacos de tierra y montones de arena) que habían sido colocadas en el cauce entre las localidades de Alquerías y El Raal, aguas abajo de Murcia. Numerosos vecinos de esas dos localidades y de alguna próxima, como Puente Tocinos, fueron desalojadas. El delegado del Gobierno, Eduardo Ferrera, hizo de madrugada un llamamiento para que nadie se opusiera a ser desalojado, ya que vecinos de dichas localidades se resistían a seguir las instrucciones de las autoridades.

Dos helicópteros de la Guardia Civil, cuatro lanchas Zodiac y vehículos militares fueron utilizados en las tareas de salvamento. Protección Civil movilizó a 400 personas, 70 radioaficionados entre ellos. Un equipo de la Armada, con base en Cartagena, permaneció alerta toda la noche ante una posible llamada.

La depuradora de la Contraparada, que abastece a la capital, dejó de funcionar el sábado. Otras no pudieron hacerlo al ritmo normal debido al barro y el lodo que arrastraba el río. En algunas localidades hubo de cortarse el suministro de agua potable, ya que las lluvias torrenciales originaron un grado de turbiedad que no las hacía aptas para ser tratadas y destinadas al consumo.

Alerta en Orihuela

La riada se trasladaba muy lentamente hacia Orihuela y su comarca debido a la gran cantidad de cañas y objetos que dificultaban el paso de las aguas. A última hora de la tarde, el río se desbordó en Beniel, junto a la provincia de Alicante, donde el nivel de las aguas alcanzó los 6,80 metros (habitualmente, no alcanza el medio metro). También en Las Norias, una partida rural cercana a Orihuela, las aguas llegaron a desbordarse. Protección Civil estaba en alerta roja. Los hospitales estaban preparados para acoger a posibles víctimas. En Orihuela, a las 20 horas, el nivel del río era de 3,50 metros, poco más de la mitad del que puede alcanzar sin desbordarse en el casco urbano, según la policía municipal, informa Joaquim Genís.El sábado por la noche brigadas municipales y voluntarios colaboraron con Protección Civil para preparar 18 camiones y furgonetas cargados con sacos terreros y varias excavadoras para actuar en los lugares más conflictivos: la pedanía de Las Norias-Desamparados y la curva conocida como Cruz del Río, en la entrada del casco urbano de la ciudad.

El alcalde, Luis Fernando Cartagena, que había sobrevolado el cauce entre Orihuela y Murcia, comentó a media tarde que la principal preocupación era que el río no rompiera en Beniel y Murcia.