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Cuba renegocia su deuda externa con la banca internacional sin la presencia de Estados Unidos

Joaquín Estefanía

Tras el acuerdo logrado la pasada semana en el Club de París, en el que se renegoció la deuda comercial asegurada, Cuba ha iniciado las conversaciones para reestructurar su deuda financiera con la banca internacional, de las que están ausentes las entidades estadounidenses. El Club de París ha recomendado a las autoridades caribeñas un ajuste de su economía muy semejante a las recetas que tradicionalmente supone el Fondo Monetario Internacional (FMI) a otros países endeudados exteriormente, si no quieren que Cuba entre en bancarrota y en un proceso de descrédito semejante al de Polonia en los pasados años.

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Una situación muy peculiar

La principal novedad de estas renegociaciones es que Cuba ha llegado queriendo reescalonar los pagos del principal y de los intereses, lo que indicaría el estado delicado de la economía caribeña. Hasta ahora, en todas las ocasiones en que Cuba acudió al Club de París lo hizo planteando únicamente el pago del principal de su deuda externa contraída con países occidentales, que asciende hoy a una cifra cercana a los 3.200 millones de dólares (más de 435.000 millones de pesetas al cambio actual). Por otra parte, Cuba ha ido a París invocando la cláusula de buena voluntad por la que un país, si tiene nuevos problemas, puede volver a negociar. La primera renegociación de Cuba acababa en 1985.El agujero financiero (diferencia entre la capacidad de pago y las necesidades de pago, esto es, un déficit de caja) de Cuba en 1986 está en alrededor de 350 millones de dólares (casi 50.000 millones de pesetas), distribuido del siguiente modo: el 50%, con acreedores bilaterales (los 20 países del Club de París, más terceros países, como los árabes, Argentina, etcetera); el 37%, con la banca internacional (en la que no se incluyen entidades norteamericanas, que ni prestan a Cuba), y, el 13% restante, deuda a corto plazo, correspondiente a proveedores. España, primer acreedor occidental de Cuba, tiene un 30% de la primera partida (alrededor de 57 millones de dólares).

El calendario

A finales del pasado año, los representantes cubanos asistieron a una reunión del Club de París en la que ya anunciaron su intención de invocar la cláusula de buena voluntad, lo que demostraba que la renegociación de años anteriores no había bastado y que acudirían de nuevo a estructurar su deuda.Cuatro meses más tarde, el pasado abril, se desplazó a La Habana la taskforce (grupo de expertos del Club de París, formado por los representantes de Canadá, Reino Unido, Francia, Japón y España, que analiza la situación del sector exterior cubano en moneda convertible, sustituyendo las funciones del Fondo Monetario Internacional, al que Cuba no pertenece).

En este momento, el Gobierno de Fidel Castro les anunció la suspensión de todos los pagos de la deuda externa occidental, a partir del día 5 de mayo, por un plazo de tres meses. La decisión fue justificada por la disminución de los ingresos por divisas, la depreciación del dólar, la reducción de los precios del petróleo (que afecta a los ingresos por reexportación del combustible que Cuba recibe de la Unión Soviética) y los daños causados por algunas catástrofes naturales, como el huracán Kate, en noviembre de 1985.

Nuevos préstamos

A continuación, el país caribeño abrió una tanda de negociaciones sobre su deuda externa basada en los siguientes puntos: refinanciación del ciento por ciento del principal e intereses correspondientes a 1986, refinanciación de los créditos anteriores ya reestructurados en tandas anteriores y variación de la cut off date (fecha a partir de la cual se abre la renegociación). La pasada semana se ha cerrado el capítulo correspondiente a deuda comercial asegurada en el Club de París.Estos días se está renegociando la deuda financiera y la concesión de dinero fresco para el futuro: Las condiciones con la banca privada se acercarán bastante a las del Club de París. El steering committee (comité directivo de bancos) está presidido por el Crédit Lyonnais, y el representante español es el Banco de Bilbao.

La tercera y última parte de la ronda cubana, que se iniciará en el mes de septiembre, es la obtención de nuevos préstamos comerciales; con respecto a España, la comisión mixta hispanocubana se reunirá inmediatamente después del verano en Madrid.

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