México deberá conseguir más créditos para pagar su deuda externa
El nuevo acuerdo que firmó ayer el Gobierno mexicano con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dejado en el país azteca una impresíón de duda y frustración. La duda nació porque todavía nadie conoce cuáles son los términos del nuevo acuerdo y la frustración porque el país sigue endeudándose. A pesar de un largo comunicado que la secretaría de Hacienda entregara en la tarde del lunes, el ciudadano interesado en conocer las nuevas obligaciones de su país frente al FMI aún no puede decir si está de acuerdo o no. La ausencia de una referencia macroeconómica en el comunicado es notable y sólo se señala que el déficit del sector público sereducirá en 1987 en tres puntos poreentuales respecto del producto interior bruto.Según el comunicado, el FMI aceptó la forma de un acuerdo en el que apoya un "programa de aliento y crecimiento no recesivo". El nuevo convenio, según la Secretaría de Hacienda, representa un "hecho sin precedentes" porque tanto el FMI como la comunidad financiera mundial, estuvieron de acuerdo con las condiciones mexicanas para superar la crisis.
Sin embargo, junto con la poca o ninguna información respecto a las obligaciones mexicanas, un hecho parece relevante ante el nuevo acuerdo: el país sigue endeudándose para poder enfrentar sus obligaciones externas. Una de las pocas conclusiones que se pueden hacer por el momento es que México no logró, a pesar de una intensa propaganda al respecto, relacionar el servicio de su deuda a las fluctuaciones del petróleo.
Deuda y petróleo
Por el contrario, según el comunicado de Hacienda, si los precios del petróleo caen por debajo de los nueve dólares "los organismos internacionales apoyarían a México con recursos externos de una magnitud equivalente a la disminución de los ingresos por la baja del petróleo". Pero si los precios permanecen inalterables entre los 9 y 14 dólares, el país podrá disponer de las cantidades suficientes de recursos externos que "alivien las restricciones internas".Es decir, se han pactado de antemano nuevos créditos que irán llegando en la medida en que siga bajando el petróleo. Al respecto, incluso un periódico amigo del Gobierno, como es Excelsior, dijo ayer que el hueco abierto en las finanzas mexicanas será cubierto por créditos adicionales y no por una reducción en el servicio de la deuda proporcional al desplome del ingreso petrolero.
En otras palabras, la declaración de principios formulada por el presidente de México el 21 de febrero pasado, en el sentido de que para llegar a una solución para la deuda era preciso su ajuste a "la capacidad real de pago del país", no sólo no se ha cumplido con el nuevo acuerdo, sino que ha sido enterrada en el baúl de las buenas intenciones. La capacidad real de pagos exigía disminuir el servicio de la deuda y no gestionar nuevos créditos, como se ha hecho.
Según informaciones procedentes de la embajada mexicana en Washington, el acuerdo con el FMI permitirá a México obtener hasta 11.000 millones de dólares en nuevos créditos durante los próximos 18 meses. Por el momento, France Presse informa que el Banco Mundial va a conceder inmediatamente a México tres préstamos por un total de 698 millones de dólares, según anunció ayer en Washington el presidente del banco, Barber Conable, quien señalló que los créditos serán sometidos el próximo día 29 a la aprobación del consejo de administradores.
El primero de los préstamos., de 500 millones de dólares, ayudará a la liberalización del comercio exterior mexicano; el segundo, de 150 millones, financiará inversiones industriales, y el último, de 48 núllones, estará destinado a la investigación. Otros dos préstamos, por un importe de 700 millones de d.ólares, destinados especialmente a la agricultura, completarán el programa en los próximos meses. Conable afirmó que al finalizar 1.986 el Banco Mundial habrá concedido un total de 2.000 millones de dólares a México. Parece que el Banco Interamericano de Desarrollo prestará otros 100 millones de dólares.
México, por otra parte, podría esperar dos meses antes de obtener el apoyo definitivo de los bancos privados al plan de salvación elaborado con el FMI, ya que este país no ha dado a conocer a las entidades privadas los detalles de su programa de relanzamiento económico, según informaron faentes bancarias en Washington.
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