La suntuosidad perdida de un costoso pazo

El pazo de Meirás, la que fue principal residencia veraniega de la familia Franco, situado en el término municipal de Sada, a escasos kilómetros de La Coruña, continúa abandonado y sin restaurar después del incendio que sufrió, en extrañas circunstancias, hace seis años. El pazo había pertenecido a Emilia Pardo Bazán, a cuyos herederos fue comprado mediante una suscripción teóricamente popular, promovida en 1938 por Pedro Barrié de la Maza, más tarde conde de Fenosa. Según testimonios de la época, el medio millón de pesetas que costó en su tiempo se había reunido a través de recibos complementarios de la contribución y descontando a los funcionarios parte del sueldo.Con la vuelta a la democracia se registraron intentos de recuperar el pazo, una hermosa edificación presidida por unas torres y rodeada de jardines pero sin demasiado valor artístico. Quizá por ello el Ayuntamiento de La Coruña no respaldó en 1982 una propuesta del alcalde de adquirirlo para donarlo a la Xunta de Galicia. La familia Franco pedía en aquel momento, además de absoluto silencio sobre la operación, de 150 a 170 millones de pesetas, mientras los sectores contrarios a la operación estimaban su valor en algo menos de la mitad. Precisamente ayer el PSG-Esquerda Galega solicitó al ayuntamiento que iniciase las gestiones para su devolución gratuita y la creación de una comisión ciudadana específica.