La URSS acepta el canje de Sajarov por Mandela, según "Der Spiegel"
La Unión Soviética está dispuesta a realizar un nuevo canje de prisioneros entre Este y Oeste, que implicaría esta vez al físico nuclear y premio Nobel de la Paz, Andrei Sajarov, y al dirigente de la oposición negra surafricana, Nelson Mandela, según sugiere el semanario alemán Der Spiegel. En el número que hoy sale a la venta, el semanario de Hamburgo confirma informaciones aparecidas en el diario alemán Bild según las cuales las negociaciones para este canje están ya avanzadas.Sajarov, condenado en la ciudad soviética de Gorki, será canjeado, según estas informaciones, por el líder negro de Suráfrica Mandela, que lleva 24 años encarcelado.
Los rumores sobre este canje, que surgieron hace ya meses, se ven cimentados, según Der Spiegel, por las afirmaciones del líder soviético, Mijail Gorbachov, durante la reciente visita a Moscú del presidente de la República de Francia, François Mitterrand. Gorbachov señaló: "Estamos dispuestos a una cooperación internacional también en el campo de los problemas humanitarios. Esto no son sólo palabras. Buscamos también aquí soluciones prácticas a los problemas".
Las posibilidades de la pronta realización del canje dependerían, no obstante, señala Der Spiegel, de un acuerdo definitivo entre Washington y Moscú para una próxima cumbre entre ambas superpotencias. El abogado germanooriental Wolfgang Vogel, especialista en este tipo de acuerdos entre los bloques, ha viajado recientemente a Suráfrica para mantener negociaciones al respecto con el Gobierno de Pretoria.
Según Der Spiegel, en la operación intervendrían Erwin Lutze, que ya ha cumplido 10 años de prisión en la República Democrática Alemana (RDA), así como una pareja de espías germanoorientales detenidos en el Reino Unido, una secretaria de la Presidencia de la República Federal de Alemania, Margarete Hoeke, detenida como agente de la RDA, y una pareja de la RDA detenida en Suiza por espionaje. Bonn quiere a cambio la libertad de Christa Karin Schumann, que cumple condena en Alemania Oriental y fue la compañera de un contralmirante ejecutado en la RDA por trabajar para los servicios secretos de la RFA.
