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LA TUPIDA RED DEL TERROR

Creciente interconexión de grupos terroristas en Europa

Un cóctel de vistas que mezcla franceses, italianos, alemanes y palestinos

Múnich y París, Lyón y Génova, cuatro ciudades escenario a lo largo de la semana de dos atentados y dos juicios, aparentemente sin relación alguna pero que en realidad han puesto una vez más de relieve la creciente compenetración del terrorismo internacional. Cuando el pasado miércoles el ministro galo del Interior, Charles Pasqua, acude al edificio de la policía judicial en el Quai des Gesvres, donde horas antes una fuerte explosión ha causado la muerte de un inspector y herido a una veintena de funcionarios, no duda en establecer un paralelismo con el asesinato esa misma mañana, cerca de Múnich, del industrial Karl-Heinz Beckurts.

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Las sospechas sobre la autoría de la voladura de los locales de la Brigada de Represión del Bandidismo recaen inmediatamente sobre el grupo terrorista francés Action Directe, mientras la colocación de la carga explosiva que hizo añicos al BMW blindado del hombre de negocios fue reivindicada por los alemanes de la Fracción del Ejército Rojo (RAF).El grueso de Action Directe y la RAF anunciaron su fusión en enero de 1985 y siete meses más tarde asumieron conjuntamente la responsabilidad del estallido de un coche bomba en una base aérea norteamericana de Francfort con un saldo de dos víctimas mortales y 20 heridos.

Desde entonces los comunicados en los que el movimiento galo se atribuye la autoría de atentados, como el perpetrado en mayo contra la sede parisiense de la Interpol o el que estuvo a punto de costar la vida en abril a Guy Brana, vicepresidente de la confederación empresarial de Francia, son, a juzgar por las construcciones lingüísticas, traducidos al francés del alemán. Este detalle basta para hacerse una idea del grado de colaboración entre ambos grupos.

Conexiones

Si los lazos de RAF y de Action Directe son conocidos y los franceses a su vez han mantenido estrechos contactos con los italianos, los herederos "de la banda de Baader-Meinhof, en cambio no se habían relacionado hasta ahora con sus "compañeros de armas" de las Brigadas Rojas fundadas por Renato Curcio.La sorprendente elección por la RAF del nombre de Mara Cagol, la esposa de Curcio muerta en un choque armado con los carabinieri hace 11 años, para bautizar al comando que ejecutó a Beckurts induce a sospechar que se trata de algo más que un homenaje póstumo y que acaso los alemanes estén ahora dispuestos a echar una mano a los brigadistas que intentan reorganizarse.

Los que sí colaboraron en su día con los seguidores de Curcio fueron las Fracciones Armadas Revolucionarias Libanesas (FARL), un puñado de libaneses cristianos convertidos al marxismo.

El terreno de acción privilegiado de las FARL fue el hexágono francés, donde, a su vez, pudieron apoyarse en la infraestructura de Action Directe. Georges Ibrahim Abdallah, el presunto jefe de las fracciones para Europa y al que la policía española considera como uno de los instigadores de la voladura del restaurante El Descanso, ha sido condenado el jueves por un tribunal de Lyón a tan sólo cuatro años de cárcel por asociación de malhechores, utilización de falsos documentos y tenencia ilícita de armas y explosivos.

Ibrahim Abdallah, que explicó a los magistrados su estancia en Alcalá de Henares "porque tenía derecho a visitar a alguien que tuviese un piso en España", ha sido inculpado por un juez instructor parisiense de complicidad en los asesinatos de un agregado militar norteamericano y de un diplomático israelí.

A pesar de que la explosión del Quai des Gesvres haya sido reivindicada el viernes por Action Directe mediante una carta enviada al diario Le Monde, la policía no descartaba por completo la responsabilidad de los amigos de Ibrahim Abdallah, o incluso la posibilidad de una operación mixta franco-libanesa.

No en balde la voladura de la dependencia policial tuvo lugar la víspera de la proclamación de la sentencia en Lyón, y las FARL tienen además a sus espaldas, probablemente en asociación con integristas islámicos y extremistas armenios en un misterioso comité, seis golpes terroristas destinados a forzar la liberación de su líder, del nacionalista armenio Varoujan Garbidjian y de Anis Naccache, jefe del comando fundamentalista que intentó acabar con la vida de un ex primer ministro iraní.

La suerte de estos tres reos, que el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos Árabes y de Oriente Próximo pretende excarcelar con sus acciones violentas, está en parte vinculada a la de los siete rehenes franceses aún apresados en Líbano. De ahí la relativa clemencia del veredicto pronunciado por los magistrados que juzgaron a Ibrahim Abdallah.

Algunos rotativos parisienses se sorprendían el viernes por la sentencia diplomática en el juicio en Génova a los secuestradores palestinos del transatlántico italiano Achille Lauro. La que fue dada a conocer ese mismo día en Lyón es, sin embargo, otro modelo de generosidad forzada por las circunstancias.

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