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La violencia antinuclear debilita la opción 'verde' en la RFA

El partido de los verdes de la RFA ha hecho público su programa ante las elecciones federales de enero próximo, en un momento en el que sufre un fuerte acoso por parte de la derecha por su supuesta connivencia con grupos violentos antinucleares y con la organización terrorista Fracción del Ejército Rojo (RAF), que el pasado miércoles asesinó a un alto directivo de la compañía Siemens y destacado representante de la industria nuclear.Entre los verdes ha cundido la preocupación por las graves repercusiones electorales que estas acusaciones de los democristianos podrían tener para ellos de calar en la opinión pública. Según una encuesta de la televisión alemana, los verdes han perdido cerca de cuatro puntos en el favor del electorado respecto al mes de mayo. Un grupo de políticos verdes y personalidades independientes han secundado una iniciativa de la diputada Petra Kelly y del ex general Gerd Bastian, en la que se solicita una clara condena a todo tipo de violencia en el Movimiento Antinuclear y Pacifista.

En una carta abierta al Movimiento Antinuclear, Kelly y Bastian lamentan que la dirección de los verdes no se haya distanciado con la claridad necesaria de las acciones violentas de manifestantes en las concentraciones habidas en los últimos meses en protesta contra la energía nuclear. Esto hace peligrar la credibilidad de todo el movimiento de protesta. "A los violentos en nuestras filas hay que decirles claramente que no nos ayudan, sino que favorecen al adversario cuando se unen para hacer brotar la violencia a provocadores pagados como si fueran colaboradores del lobby nuclear". El asesinato de Karl Heinz Beckurts, directivo de Siemens, no ha hecho sino agudizar esta situación, y los democristianos iniciaron a las pocas horas de cometerse el atentado una campaña para acusar a los verdes de favorecer con su "demagogia antinuclear" esta acción terrorista.

Rechazo a la violencia

El programa de los verdes, que fue aprobado en el controvertido congreso de Hannover, celebrado en esa ciudad en mayo, rechaza la violencia como método político, pero incluye toda una serie de objetivos maximalistas que difícilmente pueden servir para abrir vías de cooperación entre verdes y, socialdemócratas del SPD. El programa de Hannover supone una victoria del sector duro de los verdes, y muchos observadores consideran obvio que alejará de la opción verde a muchos votantes potenciales moderados.Entre los principales objetivos del programa electoral están la paralización inmediata de todas las centrales nucleares, la suspensión de la ley antiterrorista y de las nuevas leyes de seguridad interior proyectadas, la disolución de la policía antidisturbios y de fronteras, así como de los servicios de información y contraespionaje. En su programa de política y seguridad exterior solicitan la salida de la RFA de la Alianza Atlántica, el desarme unilateral y sin condiciones de Alemania Occidental y la retirada de las tropas extranjeras estacionadas en su territorio. También exige el partido de los verdes la no participación de la RFA en programas como la iniciativa de defensa estratégica (SDI), la iniciativa de defensa europea (IDE) y el programa tecnológico europeo Eureka.

Con el lastre de este programa maximalista y una fuerte campaña de los medios conservadores para arrinconarlos junto a las opciones violentas, los verdes se encuentran, tras los augurios triunfalistas despertados por el accidente de Chernobil y la reacción de la población, en una precaria situación política.

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