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Dos australianos, ejecutados en Malaisia por tráfico de drogas

LumpurDos ciudadanos australianos -Brian Chambers, de 28 años, y Kevin Barlow, de 27- fueron colgados ayer al alba en la prisión de Pudu, en Kuala Lumpur, acusados de tráfico de drogas, sin que hicieran mena en las autoridades de Malaisia las múltiples peticiones de clemencia recibidas en las últimas horas. El anuncio fue realizado por un portavoz de la prisión a través de una mirilla instalada en las puertas de acero que guardan la entrada a la cárcel.

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Por este lugar, horas más tarde, ante la mirada de más de 200 personas, entre curiosos y periodistas, salió un camión en dirección al depósito de cadáveres con los cuerpos de los dos primeros occidentales que son ejecutados de acuerdo con las tajantes leyes antidroga que rigen en Malaisia. Todo aquel al que se le encuentre una cantidad superior a los 15 gramos de heroína es merecedor de la muerte, según esta legislación, aprobada en mayo de 1983. Chambers y Barlow, que llevaban 180 gramos de heroína, según la acusación, fueron detenidos en la isla de Penang en noviembre de 1983 y condenados a muerte el pasado mes de julio.El gobernador de Penang, en cuyas manos estaba la última posibilidad de clemencia, rechazó todas las peticiones en este sentido, incluidas las de los primeros ministros de Australia y del Reino Unido, de donde era originario Barlow, y de Amnistía Internacional (Al).

El primer ministro australiano, Bob Hawke, condenó las ejecuciones ayer en Hobart, la capital de Tasmania. Hawke declaró que estaba "enormemente entristecido" por la ejecución de los dos jóvenes. "Hemos hecho lo que hemos podido para intentar persuadir a las autoridades malayas de que era una barbaridad ejecutar a los dos condenados, a pesar de lo que pensaran de su culpabilidad".

Por su parte, la primera ministra británica, Margaret Thatcher, había hecho un llamamiento a la clemencia por "razones humanitarias".

Una nueva condena a muerte por tráfico de droga fue pronunciada ayer por un tribunal malayo contra una mujer de 69 años, Coi Ah. Teh, que fue encontrada en posesión de 1,3 kilos de opio. Un total de 36 ciudadanos malayos y de otras nacionalidades asiáticas han sido colgados por tráfico de drogas en Malaisia desde 1975 y más de un centenar de condenados a muerte esperan actualmente la respuesta a sus recursos, según los responsables judiciales.

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