Laurel: "Marcos es una reliquia"
"El intento de golpe de Estado de Arturo Tolentino no constituye en absoluto un síntoma de peligro involucionista en Filipinas, sino tan sólo un espectáculo patético" declaró ayer a EL PAÍS en Madrid el vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores filipino, Salvador Laurel. "La situación en mi país es de absoluta normalidad" aseguró Laurel, que en todo momento habló en inglés. "Lo siento. Soy el pequeño de una familia numerosa y soy el único que no habla español, aunque sí puedo entenderlo" dijo, sonriendo.
En el hotel madrileño donde se aloja, su esposa, Celia Díaz -que sí habla castellano-, explica que los padres de su marido impartieron una dura educación a los mayores de sus nueve hijos, a los que impusieron el aprendizaje del español, pero los más pequeños se limitaron a aprender el inglés.La esposa del vicepresidente comenta que ha tenido que cumplir una larga lista de encargos, que incluyen un jamón serrano para la presidenta Corazón Aquino y varios frascos de colonia española. En el mismo hotel, el compañero político de Aquino habla con este periódico.
"Nuestro Gobierno ha logrado su principal objetivo: Tolentino se vuelve a su casa sin que se haya producido ni un solo herido. El siguiente paso es la acción de la justicia, ya que ha habido una violación de las leyes y los responsables deben responder por ello".
Pregunta. ¿Qué actitud va a adoptar el Gobierno de Cory Aquino?
Respuesta. Los ocupantes del hotel Manila podrían incluso ser acusados de sedición. Pero creo que el Gobierno está dispuesto a adoptar una actitud tolerante si prometen no volver a hacerlo.
P. Después de lo ocurrido, ¿va a permitir el Gobierno las manifestaciones que exigen cada domingo el regreso de Marcos?
R. Nuestro Gobierno está en contra de la violencia y nuestra política será siempre a favor de la solución pacífica de los problemas. No creo que se vuelvan a repetir manifestaciones como la del domingo, pero, si se producen, serán disueltas.
Guerra y crisis económica
P. ¿Cuál es el principal problema para su Gobierno?
R. La crisis económica, porque, cuando la gente sufre y muere de hambre, se abona el terreno para la subversión. Pero, a su vez, no se puede solucionar la crisis económica si hay guerra.
P. ¿Podría poner en peligro la situación económica el proceso de democratización en Filipinas?
R. Desde luego.
P. ¿Qué sector político considera más peligroso para la democracia filipina?
R. No creo que el peligro venga de la derecha, puesto que tanto el centro como los conservadores son conscientes de que debemos unimos y reconciliamos para lograr la recuperación económica de Filipinas. La amenaza está en la extrema izquierda.
P. Pero el Gobierno filipino se ha mostrado optimista ante las conversaciones que mantiene la presidenta con la guerrilla comunista.
R. Las negociaciones, efectivamente, van por buen camino. El problema es que la izquierda no constituye un bloque monolítico y está dividida en diversas facciones, algunas de las cuales están dispuestas a aceptar el pluralismo político y abandonar las armas. Son grupos que ni siquiera son comunistas y que se unieron a éstos sólo porque eran la única oposición factible frente a la dictadura.
P. Y sobre Marcos, ¿consideran la posibilidad de insistir para que Estados Unidos lo entregue?
R. Marcos es una reliquia del pasado.
P. ¿Qué posibilidades tienen de recuperar la riqueza robada?
R. Marcos ha escondido muy bien las riquezas que ha sacado del país. No tenemos esperanzas de recuperar el ciento por ciento del dinero robado, pero a largo plazo quizá podamos recuperar el, 50% de lo que ha escondido. Otra posibilidad es que el Gobierno está dispuesto a examinar una eventual oferta por su parte de devolver algo del capital robado a cambio de la inmunidad.
P. En ese caso, le perdonarían?
R. Eso depende del porcentaje que esté dispuesto a devolver.
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