Memorable 'Amargo'

Á. Á. C., El Generalife granadino prestó un escenario fastuoso al Amargo de Mario Maya, en el marco del 351 Festival Internacional de Música y Danza de Granada, que por coincidir con el medio siglo de la muerte del poeta granadino Federico García Lorca tiene en esta edición una especial dedicación a su figura. Concretamente ocurre así con las dos sesiones de arte flamenco incluidas en la programación del festival.

En la primera de ellas, que comentamos ahora, vimos otra vez el Amargo, de Mario Maya, un montaje realizado sobre textos de Lorca y populares. Un Amargo cada vez más afinado y perfecto, que en el marco espléndido del Generalife adquirió una inesperada resonancia y produjo una extraña emoción. Nada en el escenario, ni siquiera la luna exigida por el texto, sacrificada a la impresionante solemnidad de un friso de cipreses que de puro estáticos parecían pintados.

Un reloj y un puñal

Nada en el escenario salvo la danza, el baile y el toque. Y un reloj de bolsillo que va marcando la inexorable e insoslayable marcha del tiempo, y un puñal asesino que consumará la muerte anunciada del Amargo. Mario Maya desarrolla con ritmo implacable -sin un solo desmayo, sin un solo exceso esta tragedia de amor y muerte regida por un hado fatídico que marca la vida, breve, del protagonista desde esa escena inicial del bautizo.

Mario Maya ha sabido rodearse de un excelente grupo, sin nombres estelares, pero que funciona con la eficacia y el profesionalismo que el bailaor imprime a toda su labor creadora. Ha recuperado además a Juan Fernández y Carmen Vargas, con lo que el conjunto gana calidad, pues incorpora dos personajes claves. Singularmente el de él, ese tenebroso Jinete-Ca-ballo que mueve los hilos del destino venciendo incluso al amor y al que Juan Fernández da una prestancia y una parquedad expresiva impresionantes.

La segunda parte del espectáculo estuvo formada por lo que Maya llama flamenco libre, varios números de cante y baile independientes entre sí y ejecutados al mismo gran nivel que el Amargo. Un excelente baile por soleá hecho por una bailaora a la que siento no poder identificar (¿Hiniesta Cortez?), unas bulerías cantadas y bailadas con garra por Esperanza Fernández, alegrías llenas de empaque por la guapa Carmen Vargas y las increíbles soleares por bulerías de Mario y dos de sus bailaores.