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Fuertes medidas de seguridad en el juicio contra los piratas del 'Achille Lauro'

Juan Arias

El juicio contra los secuestradores del transatlántico italiano Achille Lauro y presuntos asesinos del judío norteamericano León Klinghoffer comenzó ayer en el Palacio de Justicia de Génova, en medio de extraordinarias medidas de seguridad. En el banquillo no se encuentra Abu Abbas, cerebro de la operación. Los acusados son 15, aunque 10 de ellos serán juzgados en rebeldía. La rutinaria sesión inaugural del proceso se vio alterada por los gritos de cuatro palestinos que lanzaron proclamas en favor de su causa nacional.

La primera sesión del juicio se dedicó a las formalidades de rigor. La gran sala del Palacio de Justicia estaba abarrotada por los enviados especiales, sobre todo norteamericanos, que tuvieron que pasar unos severos controles de seguridad. Los acusados estaban encerrados en cuatro grandes jaulas, y entre ellos no se encontraba Abu Abbas, acusado de ser el responsable último de una acción encaminada a crear problemas al ala moderada de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que dirige Yasir Arafat.Abbas apareció el martes en la cadena de televisión norteamericana NBC y anunció en -una entrevista que su -organización ha decidido "procesar a Reagan".

Los acusados son 15, pero 10 de ellos se encuentran en paradero desconocido. Los otros estaban ayer en la sala, con la excepción de Basani Asjer, que es menor de edad y será juzgado aparte. Todos los ojos estaban puestos en Magied Molki, de 24 años, el joven de los bigotes oscuros, apodado también El Tierno porque, antes de estallase la tragedia, estableció amistad íntima en el barco con un turista italiano. Molki, ya antes de empezar el proceso, una explicado con pelos y señales a los diarios cómo, cuándo y porqué asesinó a León Klinghoffer.

Cuando estos secuestradores, una vez entregados a las autoridades egipcias, huían en un avión de la compañía egipcia Egypt Air, el aparato fue interceptado por cazas norteamericanos y desviado hacia la base siciliana de Sigonella. Amparándose en este episodio, el abogado defensor de Abu Abbas ha pedido que se llame a declarar a Giulio Andreotti, ministro de Asuntos Exteriores, que tras el secuestro de los secuestradores se negó, de acuerdo con el presidente del Gobierno, Bettino Craxi, a detener a Abu Abbas, que se hallaba en el avión desviado. Los jueces han respondido que decidirán si convocan o no a Andreotti sólo cuando hayan escuchado a todos los testigos.

El único acontecimiento destacable durante la primera sesión del juicio lo constituyó el hecho de que cuatro jóvenes palestinos presentes en la sala lanzaron gritos a favor de la liberación de la que consideran su patria. Fueron detenidos y ahora tendrán que declarar ante los jueces.

El secuestro del Achille Lauro provocó una crisis en el Gobierno italiano debido a que el republicano Giovanni Spadolini, ministro de Defensa y fuertemente pronorteamericano, deseaba, al contrario de lo que hicieron Andreotti y Craxi, la detención de Abu Abbas. El considerado cerebro del secuestro del trasatlántico pudo evitarla amparándose en su condición de diplomático, al ser miembro de la dirección de la Organización para la Liberación de Palestina.

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