El hombre póstumo

Hace 28 años, el 26 de octubre de 1957, el diario francés Franc Tireur publicó la noticia de la muerte de Borges. Este error, que recuerda Efe desde Ginebra, fue motivo de sorpresa y luego satisfacción para el escritor argentino fallecido el pasado sábado en Suiza, ya que, según afirmó años después "pocas personas tienen el privilegio de leer el anuncio de su muerte. A la muerte, prefiero la nada y el olvido. Quiero que dentro de unos años la gente se pregunte: ¿Borges? ¿Quién era Borges?"

La idea de la muerte se ha repetido bajo diversas formas en la obra del autor de El Aleph, aunque nunca fue un tema obsesivo para él. Sergio Chávez, poeta argentino residente en Ginebra y estudioso de la obra de Borges declaró a Efe en Ginebra que "Borges había vivido mucho y no le temía a la muerte".

En el Elogio de la sombra decía en una copla: "Manuel Flores va a morir / eso es moneda corriente. / Morir es una costumbre / que sabe tener la gente.

Borges había superado la fecha en que había decidido morir, los 83 años. Afirmó hace dos años, al cumplir los 84, que se avergonzaba de haber cumplido tantos años. "Me sucedió como a mi mamá, que al hacer los 95 años decía caramba, se me fue la mano", comentó. La fecha que se había impuesto para morir fue el 25 de agosto de 1983. Siete años antes de aquella fecha límite había escrito ya un poema con esa fecha por título. Después afirmó: "Soy Borges póstumo".