_
_
_
_
_
LA SOMBRA DE UN AUTOR INMORTAL

Borges será enterrado al pie de un árbol en el cementerio de notables de Ginebra

La heredera universal del escritor será su viuda, María Kodama

Jorge Luis Borges, fallecido el sábado en Ginebra a los 86 años, será enterrado mañana, en el cementerio de notables de Plainpalais, en la ciudad suiza, al pie de mina conífera, en el mismo prado en el que se cree descansan los restos de Calvino. Su viuda, María Kodama, de 41 años, nombrada por Borges su heredera universal, recibió ayer una autorización excepcional de las autoridades para el entierro de su marido en este lugar, y repitió sus instrucciones sobre la sobriedad de los actos. El funeral se celebrará a las 14.30, en la catedral de Saint Pierre, en una ceremonia mixta (con un sacerdote católico y un pastor metodista), y la representación oficial argentina será discreta.

Más información
El hombre póstumo

La heredera universal de Borges, salvo el legado de unos libros a amigos, será su viuda, María Kodama, según declaró ayer desde Buenos Aires Osvaldo Vidaurre, albacea del escritor, que citó un testamento ante notario y testigos. Su hermana recibe los derechos en un panteón familiar. María Kodama fue secretaria del escritor antes de casarse con él. Vidaurre reveló que la voluntad de Borges era que sus restos fuesen enterrados en Suiza, caso de fallecer en Europa, y que María Kodama los llevara con ella, allí a donde fuese, para estar cerca de ella. María es de ascendencia japonesa y argentina, y el matrimonio tuvo el proyecto de viajar a Japón. Caso de morir en este país, el cuerpo debía ser incinerado, de acuerdo con la costumbre oriental. No parece que esta incineración se realice en Suiza, de momento. El actual deseo de la viuda es descansar.El albacea confirmó que las relaciones entre Jorge Luis Borges y su hermana y sobrinos en los últimos tiempos eran tensas, y prácticamente no se trataba con ellos. La familia se opuso, alegando condominio, al traslado de los muebles de Borges de la calle de Maipú, en Buenos Aires, y en particular al de una cómoda especialmente grata al escritor.

"En Ginebra se le conocía poco", comentó Michel Bonet, del diario La Suisse. "Casi nadie sabía que vivía aquí, y desde luego no participó nunca en actividades culturales de la ciudad". Helga Ducheque, directora del programa de literatura Dime lo que lees, de la televisión suiza de habla francesa, señaló que quizás una posible razón de ese desconocimiento es la de la falta de ediciones de obras de Borges con éxito de venta.

Es falsa, sin embargo, la imagen de un Borges enclaustrado en su hotel de la ciudad vieja, el barrio de su juventud, a una manzana del lago Leman. Así se deduce del testimonio de Luis Iñigo Madrigal, primer profesor de la cátedra de Literatura Latinoamericana de la universidad de Ginebra, para. quien Borges es no sólo uno de los mayores escritores en español de: nuestra época, sino de todos los tiempos. "Quizá el hecho de que sea nuestro contemporáneo nos oculta su importancia", dijo.

La clase

Madrigal le invitó hace un mes y medio a un acto académico en la universidad, y Borges aceptó, siempre y cuando no fuese una clase multitudinaria. Un día, el profesor fue a comer con los Borges, y lo primero que le dijo el escritor fue: "Qué suerte tiene usted". "¿Por vivir en Ginebra?", adivinó Madrigal. "Claro", respondió el escritor. Madrigal recuerda, sobre todo, de ese encuentro, la sencillez del escritor, su fresca erudición, pese a dificultades para expresarse, y su penetrante mirada ciega. La salud de Borges sufrió una recaída y Madrigal no se atrevió a insistir en su invitación.¿Era feliz? Madrigal cita un pensamiento de Borges, según el cual había cometido en su vida el peor pecado: no haber sido feliz. Sin embargo, el profesor guardó del encuentro la impresión de que el escritor vivía por entonces momentos, al menos momentos, de felicidad.

El argentino Norberto Gimelgar, también profesor de la universidad de Ginebra, comentó que el desarraigo de Borges respecto a su país y su autoexilio final en Suiza es algo muy argentino. "Somos muy patrioteros", dijo, "pero las más capaces de renegar del país. Ni siquiera nos ganan los españoles". Gimelgar, residente en Suiza desde hace 20 años, escribe un libro sobre el tango... en francés.

La representación argentina en los funerales será discreta, según informaron ayer fuentes diplomáticas en Ginebra, y de acuerdo con el estilo de vida del escritor. El Gobierno enviará una corona de flores, y es previsible que asistan parlamentarios de aquel país que se encuentran en Ginebra en una conferencia de la Organización lnternacional del Trabajo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_