EE UU toleró durante años las actividades ilegales del jefe del Ejército panameño
El problema es crónico para quienes formulan la política exterior norteamericana: cual es el nivel máximo de corrupción y de fallos de los principios democráticos en países aliados que hay que aceptar con el fin de proteger las redes de espionaje norteamericano. Oficiales del Pentágono han reconocido que cualquier sucesor de Noriega podría no estar dispuesto a tolerar las actividades militares que actualmente existen en Panamá.[El Departamento de Estado calificó el jueves de "inquietantes" las revelaciones hechas por The New York Times sobre presuntas actividades ilegales de Noriega. "Creemos que deben ser materia de consideración para el Gobierno de Panamá", dijo el portavoz de dicho Departamento, Bernard Kalb.]
Agentes del Departamento de Justicia durante la Administración de Richard Nixon propusieron en una ocasión el asesinato del general Noriega como una solución parcial al fuerte tráfico de droga en esa nación, según un informe preparado por el comisión de espionaje del Senado. La recomendación era una de una serie de opciones propuestas en 1972 para hacer frente al oficial. Estas opciones fuero presentadas a John E. Ingersoll, entonces director de la oficina de narcóticos y drogas peligrosas. Ingersoll, según el informe del Senado, rechazo la propuesta. Otra investigación del Departamento de Justicia no encontró ninguna prueba de que se hubiera puesto en marcha una acción directa contra el jefe militar.
Desde comienzos de la presente década, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) ha incrementado notoriamente sus actividades secretas en Panamá, que consisten básicamente en la escucha de las transmisiones de radio en América Latina. La CIA también ha utilizado bases militares en Panamá para entrenar agentes que luego son enviados a Nicaragua.
Armas y drogas
Un agente que ha estado revisando el material de los servicios secretos disponible en Estados Unidos sobre Noriega, dice que el nombre del general aparece "una y otra vez" en conexión con datos específicos, lugares y contactos en actividades de blanqueo de dinero y drogas.
Gran parte de la información, reconocen las fuentes, ha sido obtenida mediante la intercepción de mensajes por parte de la NSA. Los informantes describen a Noriega como un experto en enmascarar su participación directa, prefiriendo emplear a testaferros o actuar como socio secreto en compañías panameñas de comercio o bancos.
De acuerdo con los informes, existen pruebas que ligan a Noriega con la venta de armas al M-19. Estas operaciones disminuyeron en los últimos años, en respuesta a presiones del Gobierno norteamericano, pero han resurgido ahora. El apoyo de Noriega al tráfico de armas para el M-19 "aún continúa", dice un agente con acceso a información secreta sobre el general panameño.
Los informes más específicos relacionados con esta operación fueron proporcionados por fuentes de la CIA. En una ocasión, que fue cuidadosamente registrada por la CIA, Noriega y miembros del Ejército panameño se reunieron para proporcionar armas a un pequeño grupo de militantes del M-19 -entre 60 y 100-, poco antes de un ataque fracasado de ese grupo en la costa colombiana a comienzos de 1982.
Los miembros de este grupo del M-19, entrenados en Cuba, fueron localizados por los servicios secretos norteamericanos cuando volaban desde Cuba a Panamá, donde los rebeldes fueron armados por las fuerzas de Defensa panameñas y trasladados en un barco, que cruzó a través del Canal, hasta dos pequeñas localidades costeras de Colombia. Pocos días más tarde, el grupo sufrió numerosas bajas al ser atacado por el Ejército colombiano.
El poder del dinero
A través de sus actividades legales e ilegales, Noriega ha amasado una enorme fortuna personal, gran parte de la cual está depositada en bancos europeos. Los informes señalan que posee al menos dos casas en Ciudad de Panamá y una en el sur de Francia. También se afirma que tiene importantes intereses en un banco en Colón, la zona franca de Panamá, a través del cual las fuentes creen que se legaliza el dinero sucio proveniente del M-19 o de operaciones de tráfico de droga.
En relación con las actividades de tráfico de droga, las autoridades norteamericanas creen que el papel de Noriega es el de un "facilitador". "Noriega no está ligado directamente en el tráfico; los traficantes le pagan a él para recibir su protección".
Para los servicios secretos norteamericanos está claro que Noriega está involucrado en el asesinato de Hugo Spadafora, un importante líder político opositor. Noriega ha negado repetidamente estar vinculado a este caso. Un funcionario de la Casa Blanca que tiene acceso a los informes secretos del Gobierno dijo que "no hay duda" de que Noriega está involucrado en el caso.
Otro funcionario dijo que en Estados Unidos se considera a Noriega como "el hombre que concibió y planeó el hecho". No hay evidencia, agregó el funcionario, de que Noriega estuviera directamente implicado en la tortura y muerte del dirigente, que fue degollado.
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