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Dos ancianas se ocultaron durante un mes tras el accidente nuclear soviético

Pilar Bonet

Dos ancianas, de 85 y 74 años de edad, han permanecido ocultas durante más de un mes en la ciudad de Pripiat, de donde fue evacuada la población en los primeros, días que siguieron al accidente en la central nuclear de Chernobil, el 26 de abril pasado.Las ancianas, Anastasia Semeniaka y Maria Karpenok, fueron descubiertas en los últimos días del pasado mes de mayo y enviadas al hospital, según informaba ayer el periódico Sovietskaia Rossia sin dar grandes detalles. Las mujeres se habían escondido durante la evacuación masiva de la ciudad de tal forma que nadie las pudo encontrar.

Pripiat tenía unos 40.000 habitantes. Oficialmente, fueron evacuadas de allí 25.000 personas durante el transcurso de poco más de dos horas, el día 27 de abril.

Sovietskaia Rossia, considerado uno de los periódicos más abiertos e informativos de toda la Prensa soviética, salía al paso de los rumores de robos en la zona de 30 kilómetros evacuada alrededor del reactor.

Según el periódico, Pripiat está vacía y, "prácticamente, no hubo ningún caso de robo en las viviendas abandonadas". Al principio, señalaba, la policía vigilaba los accesos de las viviendas, pero el nivel de radiación en Pripiat y Chernobil era demasiado alto para mantener un servicio de patrulla.

Se procede ahora a establecer un sistema de señalización eléctrica que permitirá la vigilancia de 700 accesos, tiendas, bancos y otros edificios.

Tres puntos de control

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En la zona de 30 kilómetros alrededor de la central de Chernobil se han establecido tres puntos de control, en lugar de los muchos que existían antes. A través de estos tres puntos, equipados con dosímetro, servicio médico y métodos de desactivación, se canaliza todo el tráfico hacia la central por medio de un sistema de pases cuya concesión está centralizada en manos de los organismos del Ministerio de Interior.Sesenta personas pudieron regresar a sus hogares para recoger cosas imprescindibles que se habían olvidado y, según reiteraba el periódico, "nada había desaparecido de las casas".

El periódico salía también al paso de los rumores según los cuales el alcohol es beneficioso para superar la radiación y su venta es libre en Kiev y señalaba que las bebidas alcohólicas en Kiev se venden de acuerdo con las mismas normas que rigen en el resto de la Unión Soviética.

Por su parte, el diario Pravda denunciaba ayer la especulación con los precios de los alquileres de habitaciones en casas particulares que se ha producido en Yalta y otras zonas del mar Negro a consecuencia del aumento de la demanda propiciado por los turistas procedentes de la zona de Chernobil.

El artículo se inserta en la serie de reportajes que publica estos días la Prensa de la Unión Soviética sobre los "ingresos no procedentes del trabajo", una expresión que sirve para designar el dinero negro y donde se incluyen también los elevados precios que alcanzan los alojamientos particulares.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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