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CIENCIA

Inquietud en Francia por la muerte de dos expertos en manipulación genética

Soledad Gallego-Díaz

La comunidad cientírica francesa está inquieta y preocupada: dos investigadores del Instituto Pasteur, que trabajaban en manipulación genética, han muerto recientemente de cáncer y un tercero padece también la enfermedad. No se ha establecido aún formalmente el nexo de unión entre las actividades que llevaban a cabo y el cáncer, pero et Instituto ha aceptado ya declarar uno de los casos como enfermedad profesional y abrir una investigación a fondo de lo ocurrido.

Los dos científicos muertos, una mujer y un hombre cuya identidad no ha sido revelada, contaban 50 y 33 años de edad, respectivamente. El tercero, que se encuentra en tratamiento víctima de un sarcoma óseo, tiene poco más de 40 años. Todos trabajaban en los laboratorios de Biología Molecular y Manipulación Genética, uno de los centros de investigación más prestigiosos del Instituto Pasteur, especializado en el estudio de las mutaciones y de los virus cancerígenos.La aparición de los tres casos de cáncer provocó una rápida reacción del comité de higiene y seguridad del Instituto, que ordenó el pasado mes de marzo el cierre de los dos laboratorios durante 15 días. El centro volvió a abrirse al comprometerse la dirección a nombrar una comisión de encuesta independiente. Nueve químicos, biólogos y especialistas en radioprotección, presididos por el profesor Jean Bernard, deberán dictaminar si la enfermedad fue provocada por la actividad profesional de los científicos y si las medidas de seguridad que existen en el Pasteur son suficientes.

Productos radiactivos

Medios próximos al Instituto reconocieron que los tres investigadores manipulaban para sus estudios productos radiactivos potencialmente cancerígenos, como el fósforo 33 y el azufre 35. Teóricamente, la manipulación, que es frecuente en todos los centros de investigación básica sobre el cáncer del mundo, se realiza en condiciones de seguridad estudiadas y aprobadas por los expertos."La encuesta llevará varios meses", explicó el profesor Bernard, porque el cáncer debido a un producto capaz de provocar mutaciones genéticas puede tardar en manifestarse más de 10 años, lo que quiere decir que tendremos que investigar también en otros centros en los que hayan podido trabajar los tres científicos".

En el caso de que se establezca la relación, que parece probable, entre su trabajo y la enfermedad, la incógnita más importante y la que más angustia a la comunidad científica será saber si los tres investigadores cometieron una imprudencia personal o si las normas de seguridad de trabajo en laboratorios, por mucho que sean respetadas, no ofrecen hoy día una protección suficiente.

Algunos biólogos explican que los estudios sobre manipulación genética empezaron hace sólo una decena de años y que tal vez existen riesgos que no han sido detectados todavía. Puede tratarse, en ese caso, de una patología de nuevo tipo, que amenace a otros laboratorios dispersos en el mundo.

Tumores cerebrales

Los especialistas recuerdan que en 1970 comenzaron a detectarse casos de tumores cerebrales entre los científicos de un laboratorio de Orsay. Estudios posteriores demostraron que existía una clara relación entre la manipulación de una sustancia conocida como nitrosoganidina y la aparición de dichos tumores, denominados técnicamente glioblastomas. De hecho, este tipo de tumor será incluido próximamente en la lista francesa de enfermedades de origen profesional.Al parecer, y según afirmaba ayer Le Monde, ninguno de los tres casos de cáncer del Instituto Pasteur es del mismo tipo, lo que dificulta aún más la labor de la comisión de encuesta.

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