Waldheim condena los crímenes nazis y advierte contra el antisemitismo

Kurt Waldheim, candidato a la presidencia de Austria en las elecciones, cuya segunda vuelta se celebrará el 8 de junio, y objeto de intensos ataques por sus presuntas actividades como oficial del Ejército de Adolf Hitler durante la segunda guerra mundial, condenó ayer los crímenes de guerra nazis y pidió a los austriacos que combatieran el antisemitismo."Así como condeno duramente lo que ocurrió bajo el régimen nazi, condeno firmemente las calumnias que se han dirigido contra mi persona y nuestro pueblo en los últimos meses, dijo Waldheim en un gran mitin celebrado en Viena. El candidato pidió a los austriacos que rechacen tales calumnias y que "no toleren ningún nuevo antisemitismo en el país".

La cazanazis francesa Beate Karlsfeld llegó ayer a Viena para hacer campaña contra Waldheim. "Sería una tragedia tener a un hombre como Waldheim en la presidencia de: Austria", manifestó Karslfeld, quien dijo que espera "cambiar el voto del mayor numero posible de gente" en la segunda vuelta.

Por otra parte, el fiscal general estadounidense, Edward Meese, aseguró a Israel que la candidatura de Kurt Waldheim a la presidencia de Austria no influiría en una eventual decisión de prohibirle la entrada a EE UU por su pasado nazi.

Sin embargo, Meese no dijo si la decisión se va a tomar antes del 8 de junio, cuando se celebre la segunda vuelta de las elecciones. En la primera vuelta, el pasado 4 de mayo. Waldheim quedó muy cerca de obteber la mayoría absoluta.

En abril pasado, Neal Sher, director de la Oficina de Investigaciones Especiales (OSI), recomendó que Waldheim fuera incluido en la lista negra de 20.000 personas que tienen prohibida la entrada en EE UU por crímenes de guerra.

La OSI nunca ha rechazado las peticiones en este sentido cuando hay pruebas suficientes. Meese dijo el 29 de abril que no podía tomarse una decisión por falta de tiempo para concluir la investigación, ante la inminencia de las elecciones del 4 de mayo, aunque la celebración de una segunda vuelta alarga el plazo.

Tanto el Senado como la Cámara de Representantes urgieron el martes a la Administración de Ronald Reagan a decidir con rapidez si debe ser prohibida o no la entrada de Waldheim en el país. La decisión del Congreso se adoptó ante la sospecha de que la Administración trate de retrasar su decisión para no interferir en el resultado de las elecciones austriacas, según el diario The Washington Post.

Waldheim, que ocupó el cargo de secretario general de las Naciones Unidas entre 1972 y 1982, fue acusado por el Consejo Mundial Judío de estar vinculado a matanzas de judíos durante la II Guerra Mundial, pero él lo desmintió, aunque reconoció haber servido en el ejército nazi como intérprete.

El pasado 1 de abril, el Consejo Judío hizo públicos unos documentos del Archivo Nacional de Washington que, aparentemente, prueban que Waldheim desempeñaba importantes responsabilidades y estaba a las órdenes del general alemán Alexander Loehr, comandante en jefe de una unidad del ejército, que fue juzgado en 1947 por crímenes de guerra, acusado de la deportación de 43.000 judíos griegos de Salónica al campo de exterminio de Auschwitz. La semana anterior, el Consejo difiundió otros documentos en los que se vinculaba a Waldheim al exterminio de partisanos yugoslavos en 1942.

El candidato a la presidencia austriaca rechazó todas las acusaciones afirmando que se trataba de una campaña de difamación, pero el Gobierno de Israel pidió a la ONU la apertura de sus archivos sobre criminales de guerra.

En el caso de que Waldheim ganara las elecciones en su país y EE UU decidiera prohibirle la entrada, se daría una situación embarazosa para la Administración de Reagan, que, por primera vez, declararía oficialmente indeseable al presidente de un país amigo.