El Ministerio de Sanidad de Italia declara la guerra al tabaco
El ministro, de Sanidad italiano, Costante Degan, acaba de declarar la guerra al tabaco al presentar al Consejo, de Ministros un proyecto de ley con el que se prohibe fumar casi en todas partes, menos en casa y en la calle. En Italia está prohibido fumar por ley en lugares públicos, como, por ejemplo, el cine, el teatro o los hospitales, pero si el proyecto del ministro tiene éxito, ya no se podrá fumar tampoco en las oficinas, los restaurantes, las fábricas o los despachos públicos.
La decisión del ministro de Sanidad de proscribir el tabaco de la vida pública ha creado tal polvareda que el mismo Consejo de Ministros ha decidido aplazar unas semanas la votación del proyecto porque entre los mismos ministros ha habido casi bofetadas.Pero Degan, que hasta antes del desastre de Chernobil había sido apellidado el ministro ausente, porque hacía poco ruido y fue casi inexistente cuando explotó el escándalo del vino con metanol, ha levantado de repente la cresta. Fue a raíz del drama ole la nube radiactiva que golpeó a Italia. Degan fue en aquella ocasión uno de los ministroos de la salud más decididos, al prohibir desde el primer día las verduras y la leche. Hasta se le acusó, dentro mismo del Gobierno, de ser excesivamente celoso. Pero los acontecimientos le han dado la razón y ahora, cuando sus colegas de otros países europeos, como el francés, el alemán o el sueco, están siendo acusados de haber ocultado la verdad del drama radiactivo, el ministro italiano ha obtenido un gran respeto y admiración. Quizá por ello se siente más fuerte para arremeter.
El pasado fin de semana, en una entrevista al periódico La Repubblica, ha afirmado que su proyecto contra el tabaco es anterior al desastre de Chernobil, pero que ahora el problema se hace más agudo.
"Si mi lucha, aplaudida, por la opinión pública, contra la radiactividad", ha dicho Degan, "era una lucha justa contra el cáncer, nadie podrá negar que también esta campaña contra el humo es para evitar los turnores, cada vez más numerosos, de las vías respiratorias"'. Y añade: "A no ser que se quiera pensar que existen cánceres de primera y segunda división".
Datos de Estados Unidos
La fuerza del rrdnistro es que ha presentado al Gobierno y a la opinión pública cifras y datos escalofriarites recogidos en Estados Unidos. Según dichas cifras, se nota que, por ejemplo, las mujeres de los famadores se enferman el doble de cáncer en los pulmones que las esposas; de los no fumadores. Y para dar ejemplo, antes de presentar el proyecto de ley tan duro y radical, el ministro ha dejado de fumar desde hace un año.A quien le ha preguntado qué pasará entonces; en las redacciones de los periódicos, en los restaurantes o en una reunión sindical nerviosa sin poder fumar, el ministro ha respondido tajante: "Que se creen salas aparte para los fumadores, que el que quiera fumar se salga a la calle o que se aguante".
Un sindicalista fainoso, Giovanni del Turco, vicesecretario general de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), ha salido en defensa del ministro: "También a mí me parecía al principio que hubiese sido imposible resistir en el cine sin fumar y ahora me parece norrrial". Por lo que se refiere a las reuniones sindicales, respondió: "Quizá será un bien porque sin el cigarrillo acabaremos decidiendo las cosas antes, mientras que ahora nuestras reuniones acaban siendo eternas, alimentadas por la droga de la nicotina".
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