_
_
_
_
FERIA DE SAN ISIDRO

Revendedores en la impunidad

J. V., El aficionado que acude a los toros en Madrid, o sale del metro de Ventas, o desciende la gran escalinata que da a la explanada del coso, o baja por la calle de Alcalá, o por la avenida de los Toreros, en cualquier caso, inevitablemente, se encontrará con los revendedores a porta gayola que le ofrecen a voces su mercancía, amparados en la impunidad que parec en gozar. Agentes de la autoridad andan por allí, pero como si no fuera con ellos.

La mercancía que le ofrecen es entradas para los toros a precios de auténtico abuso. Regatear suele ser inútil, pues todos los revendedores están perfectamente coordinados, piden las mismas cantidades, que suben o bajan según la oferta y la demanda, y cualquier oscilación en el precio se produce simultáneamente en Lodos los puntos (filipinos) de reventa. Un experto en el mercado los dirige y no hay fisuras en la organización.

Más información
La baraja nacional

No sólo ofrecen las entradas del día o sucesivos, sino también operaciones combinadas.El lunes, al pie de la escalinata donde cantaban su mercancía -"¡Biyetes pa los toros, biyeteees!"- tres revendedores colocados en batería, presenciamos la siguiente negociación entre revendedor y cliente: "¿Tiene entradas para las corridas de Curro?". "Sólo para la del día 21". "¿A cuánto?" "A 6.000" (la entrada en oferta valía 1.500). "Pero,además", decía el revendeolor, "me tiene usted que comprar la de hoy y la de mañana", "¿A cuánto?". "A 6.000 también, naturalmente". "¡Esto es una barbaridad y un abuso!". "Allá usted. Está todo abonado, y en taquillas no hay entradas; de manera que si quiere ir a los toros, ya sabe".

"¡Biyetes pa los toros, biyeteees!". Y los agentes de la autoridad por allí, como si no fuera con ellos. Y la Comunidad de Madrid diciendo que personal secreto propio vigila, pero debía estar torriando café. Y la empresa argumentando que el problema de la reventa compete a la autoridad, según consta en el pliego que presentó para concursar a la plaza. Y así pasándose unos y otros la pelota, hasta el infinito. Este escándalo, ni tiene fin ni tiene nombre.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_