Enhorabuena y pésame

En relación con la información aparecida en su diario sobre la fulminante destitución del consejero de la Junta de Extremadura Juan Serna, como consecuencia de unas declaraciones suyas sobre persistentes fallos y anomalías en la central nuclear de Almaraz, y el posible y plausible relanzamiento de la de Valdecaballeros, me gustaría hacer constar lo siguiente:Primero. Mi más entusiasta enhorabuena a Juan Serna, porque su actitud supone un insólito soplo de aire fresco y una hermosa y honesta excepción dentro de lo que es la clase política de este país, normalmente ansiosa de mantenerse en sus cargos y dispuesta a tragar cualquier piedra de molino, aunque ésta sea radiactiva.

Segundo. Mi pésame sincero al pueblo extremeño porque el cese de Juan Serna, probablemente decretado desde Madrid y sumisamente ejecutado por el presidente de la Junta, supone un claro agravamiento de la tendencia secular de considerar Extremadura como un espacio que colonizar, que sólo debe exportar energía y mano de obra (ésta ya cada vez menos) sumisa al resto del territorio nacional más desarrollado.

Aprovecho para felicitarle por su coraje y para advertir al electorado extremeño que su pérdida supone un enorme bajón en las expectativas de un desarrollo justo y armónico con el medio ambiente de dicha región.-