El coronel Meer estuvo incomunicado hasta última hora de ayer en la prisión de Alcalá

C. Y., El coronel Carlos Meer de Ribera permaneció incomunicado en la prisión militar de Alcalá de Henares hasta las ocho de la tarde de ayer, momento en que pudo entrevistarse con varios familiares, entre ellos su hija Pilar, abogada, que se ha encargado de realizar las primeras gestiones profesionales sobre el caso. Meer había sido interrogado ya por un juez togado militar de Madrid. Fuentes oficiales dijeron ayer que, aunque todavía no ha sido definido el delito concreto del que puede ser acusado, su viaje a Libia, siendo militar, para conseguir fondos para una organización clandestina puede constituir un delito contra el Estado.

Meer pasó la jornada de ayer en el pabellón cuarto de la prisión militar, y ningún abogado o miembro de su familia pudo contactar con él hasta la citada hora. Miembros de su familia -entre los que figuran otros dos, militares hermanos del detenido- aseguraron ayer que ninguna autoridad les había informado sobre los cargos que pueden pesar sobre el coronel. La mujer del coronel Meer informó ayer que en la visita que efectuó a su marido en la prisión estuvieron siempre "vigilados", y se negó a ampliar más detalles de la estancia del militar en la cárcel.La detención del coronel se produjo en la mañana del viernes, en su domicilio de Madrid, cuando se encontraba con su esposa y un hijo de ambos. "Supusimos que algo habría, pero nunca lo que ha dicho después el Gobierno", comentó un familiar directo del coronel. Un hijo del jefe militar afirmó que en el domicilio de Meer nadie sabía que el coronel hubiera efectuado el viaje a Libia. "No lo sabíamos nadie, y creo que ese no es el estilo de mi padre", precisé.

Familiares del jefe detenido también dijeron que habían consultado a varios letrados -entre ellos Adolfo de Miguel, quien ha defendido a varios militares golpistas- para saber de qué delito se podía acusar al coronel, pero que esos expertos les habían dicho que, de las informaciones oficiales aportadas, tampoco se deduce un delito claro. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Defensa señalaron que la autoridad judicial militar contó con suficientes indicios y datos como para decretar el ingreso en prisión del coronel.

Por el hecho de ser militar, si Meer se hubiera, limitado a pedir fondos económicos para una organización política legalizada, el coronel hubiera cometido una falta leve o grave. Pero, según las fuentes informantes, como el coronel solicitó fondos a un país extranjero para una organización cuyos fines parecen ser totalmente ilegales, Meer puede ser acusado de alguno de los delitos contra el Estado -como conspiración, traición o intento de rebelión-, según los objetivos concretos de la organización y de los contactos o grado de preparación de las acciones que presuntamente se preparaban.

Aunque las diligencias las ha iniciado un juzgado militar, en el caso de que Meer sea acusado de un delito contra el Estado, la causa pasará a la justicia ordinaria, ya que, tras la aprobación hace más de un año de la llamada ley puente, los delitos contra el Estado, como es el caso de la rebelión, ya no son competencia de la justicia militar, a la que corresponderán los delitos estrictamente militares. Fuentes del Ministerio de Defensa señalaron que no se esperan nuevas detenciones entre militares.

Jaime Alonso, presidente de Fuerza Nacional del Trabajo (FNT), aseguró ayer que ni José Antonio Assiego ni Enrique Moreno -las dos personas que acompañaron a Meer en su viaje a Libia- ocupan cargo directivo alguno en FNT desde hace seis años. Rafael Ibáñez, delegado nacional de Falange Española y de las JONS también dijo que su organización no pertenece a ninguna coordinadora de fuerzas nacionales.