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La familia Agnelli y la Fiat entran el mundo del arte

Juan Arias

La empresa Fiat y la familia Agnelli quieren participar en el gran mundo de la cultura y del arte. Juntos constituyen el mayor imperio industrial privado de Italia, fabricantes de la marca de automóviles más vendida este año en Europa, propietarios de periódicos importantes como La Stampa, de Turín, y de buena parte de Il Corriere della Sera, el diario de mayor tirada del país.Ayer jueves comenzaron tres días de festejos para la inauguración oficial de Palazzo Grassi, en Venecia, cuya compra. y restauración con capital Fiat ha costado en total unos 2.000 millones de pesetas. Desde ahora será un centro de cultura en el corazón de Venecia. Para demostrarlo, Giovanni Agnelli lo inaugura con una exposición colosal que lleva por título Los futurismos y que comprende desde pintura a literatura, desde música a dibujos animados.

A la gran muestra faltarán sólo las obras del futurismo conservadas en los museos soviéticos. Agnelli ha tenido que renunciar en el último momento porque Moscú se ha mantenido inconmovible y no ha querido prestar sus obras, pese a que Agnelli había escrito una carta a Mijail Gorbachov.

La exposición despertó desde el comienzo una gran curiosidad y fue preparada con gran seriedad. El catálogo tiene casi 700 páginas, pesa tres kilos y medio y cuesta 5.000 pesetas. Se trata de una especie de enciclopedia universal de futurismo con 350 textos para explicar a los no entendidos el laberinto de este arte.

Destaca el futurismo italiano, cuyas obras principales no se encuentran en este país. El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) ha prestado para la exposición la colección completa de sus obras de Boccioni, Baila, Carra, etcétera. Así se puede admirar, por ejemplo, La ciudad que sube, de Boccioni, o Los funerales del anárquico Galli, de Carra, o Luz de la calle, de Baila.

Por lo que se refiere al futurismo extranjero, se exponen obras no muy conocidas, como las del futurismo de Escandinavia y de México. Estará también presente un Malevic del Museo de la Universidad de Yale, considerado uno de los cuadros futuristas más importantes del mundo. Hay sobre todo muchas obras inéditas concedidas por las familias de los autores; -la música ha sido preparada por Italo Gómez en colaboración con el teatro La Fenice de Venecia.

Si en un primer lugar la llegada a Venecia del mecenas Agnelli desde Turín fue recibida con sospecha y con temblor, hoy las fuerzas más vivas de la ciudad aparecen más tranquilas. Precisamente esta apertura del Palazzo Grassi con un gran acontecimiento artístico de categoría mundial ha hecho intuir que las actividades de la empresa Fiat en Venecia van a respetar las características especiales y altamente culturales y artísticas de la ciudad, sin igual en el mundo.

Así, el ministro republicano Bruno Visentini, miembro de una de las grandes familias de Venecia y presidente de la importante Fundación Cini en la isla de San Jorge, frente a San Marcos, ha confesado que la restauración del Palazzo Grassi ha sido realizada por Fiat "con gran empeño y alta calidad", y ha alabado la decisión de abrir dicho palacio restaurado con una exposición tan importante.

Excluidos los cantantes

Para este bautismo de Fiat y de Agnelli en la gran sociedad del arte y de la cultura, la empresa de Turín ha echado la casa por la ventana. Las celebraciones, iniciadas ayer jueves, durarán hasta mañana sábado. Los invitados son de tres categorías. Sólo unos 1.000 podrán asistir a todos los actos; por ejemplo, a una gran fiesta en una nave con la presencia de el presidente de la República, Francesco Cossiga, y la flor y nata del mundo de la riqueza, desde los Rockefeller a los Rothschild, a los Kissinger, a los barones Von Thyssen, a algunos miembros de la familia real inglesa, a lo más prestigioso del mundo de la política, las letras y la industria. Únicos excluidos: cantantes y actores.Habrá un acto final para el que se ha restringido aún más la entrada: sólo 500 escogidos en todo el mundo, entre ellos el embajador de España, Jorge de Esteban, para presenciar en el fantástico teatro de La Fenice una Noche futurista mundano-cultural: danza, música, poesía, cine, ballet, etcétera. Será representada también la única obra futurista de Pirandello aún inédita, La salamandra.

Para opinar sobre este acontecimiento y bautismo cultural de la Fiat han sido interrogados hasta los sociólogos. Francesco Alberoni, el sociólogo hoy más de moda, ha aprobado la decisión de Fiat afirmando que "cuantas más cosas se hacen, más se estimula a los otros a empeñarse también". Piensa Alberoni que el ejemplo de Fiat podría contagiar a otros empresarios, y que al mismo tiempo el Estado se verá obligado a no quedarse atrás, promoviendo también la cultura y haciéndolo con la seriedad y la eficacia poco burocrática de la iniciativa privada. Ha sido increíble la eficiencia y la rapidez con la que Fiat ha restaurado el Palazzo Grassi, en el que.han llegado a trabajar, en pleno verano, hasta 230 obreros al tiempo.

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