Diez años de la historia de un diario
EL PAÍS expone en el Palacio de Cristal de Madrid la crónica de la transición y la función social de la Prensa
El Palacio de Cristal del parque del Retiro de Madrid, escenario de significativas muestras culturales, se ha convertido desde ayer en el marco de una retrospectiva de las noticias más importantes que han sucedido en la última década: la exposición El PAÍS, como es conmemora los 10 años de vida de este periódico. El portavoz del Gobierno, Javier Solana; el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, y el alcalde de la capital, Juan Barranco, acompañados por Juan Luis Cebrián, director del diario, y Jesús de Polanco, presidente de la empresa editora, abrieron ayer esta muestra, a la que se accede gratuitamente y que estará expuesta duninte todo el mes de mayo en Madrid, para viajar después a Barcelona Valencia y Sevilla.
Los directivos de la empresa y responsables de la Redacción -entre los que se encontraban también José Ortega Spottorno, presidente de honor de PRISA (Promotora de Informaciones S. A), editora de EL PAIS; y Javier Baviano, director general- explicaron a los invitados el contenido de la muestra, que está dividida en seis secciones concebidas con una intención claramente pedagógica e informativa.La opinión común de los altos cargos de la Administración, la de magistrados, accionistas del periódico y de periodistas que ayer se dieron cita en el acto de inauguración de la muestra es que en ella se ha reflejado lo que en gran medida ha significado el periódico EL PAÍS: "Una parte de la historia de la consolidación democrática de España y un instrumento de comunicación que ayuda a entender este período".
El ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Javier Solana, se ratificaba en esta posición y añadía que se trata de "un periódico fundamental sin el cual no se pueden entender los resortes que han permitido la convivencia de los españoles en los últimos años". Solana acudió acompañado por el subsecretario de Cultura, Ignacio Quintana.
El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, se declaró "lector inveterado". "Muy pocos días se me han pasado, y éstos por razones de ausencia de España, sin leer EL PAÍS. Cuando esto me ha ocurrido lo leía aunque fuera con retraso. Cuando salió este periódico por primera vez uno sentía que no era agredido. Fue una sorpresa agradable".
Juan Barranco, alcalde de Madrid, vivió también con especial interés el alumbramiento de un periódico "que nació para la democracia y para la libertad. Desde entonces las ideas originales se han ido conformando y EL PAIS ha cumplido con aquella vocación". Para Barranco, el hecho de que se edite en Madrid no tiene ningún significado especial, puesto que es un periódico con proyección nacional e incluso internacional.
Por la exposición pasaron también ayer políticos como Enrique Múgica, diputado y miembro de la ejecutiva del PSOE; Antonio Garrigues, líder del Partido Reformista; Luis González Seara; Manuel Gutiérrez Mellado, ex vicepresidente del Gobierno; Antonio de Senillosa; Thomas Enders, embajador de Estados Unidos, y otras personas relevantes del mundo de la ciencia, la cultura y los medios de comunicación, entre los que se encontraban pintores, escritores y periodistas españoles y extranjeros.
"Punta de lanza"
La justicia ha sido en estos años uno de los principales temas que ha tratado el periódico. Según Clemente Auger, presidente de la Audiencia Territorial de Madrid, "EL PAÍS ha privilegiado los problemas judiciales, lo que le ha hecho también situarse en la punta de lanza de la democracia". El fiscal José Antonio Martín Pallín, presidente de la Asociación Pro Drechos Humanos, también asistió al acto de inauguración. "Satisfacción" es la palabra con la que se refirió el presidente de honor de la sociedad editora del periódico, José Ortega Spottorno, al hecho de contemplar la exposición y sobre todo al hecho de celebrar el décimo aniversario de un diario que él fundó. "Yo creo mucho en las décadas. Ahora más que nunca habría que reinventar EL PAÍS. Para mí el periódico tiene ya 15 años. En 1971,comencé a imaginármelo. El gran impulso lo han dado Juan Luis Cebrián y Jesús de Polanco. No podemos olvidar que un periódico necesita a los que lo hacen, es decir, la redacción, y a los que lo hacen posible: los empresarios".
El presidente de la empresa, Jesús de Polanco, no olvida estos 10 años pero prefiere pensar en el futuro y hacer prospectiva. "Un periódico tiene la ventaja de que se plantea el día anterior y por lo tanto siempre caben las innovaciones". Polanco dice no temer al futuro. "Apuesto a que dentro de una década la Prensa tendrá mucha más difusión que la que tiene en la actualidad porque habrá nuevos lectores, añadió.
El director de cine Luis Revenga, diseñador y organizador de la muestra, explicó que el montaje de la exposición ha revestido una cierta dificultad precisamente por ser muy informativa y tener que poner al día el objeto de la muestra. "Hemos intentado una combinación de lo visual con lo textual", dijo.
En el marco de la exposición se ha instalado un estudio de Radio El País desde donde se emitirán programas especiales durante todos estos días, y una sala de vídeo en la que se muestra la vida interna del periódico y cómo se elaboran las noticias.
La exposición estará abierta al público a partir de hoy y durante todo el mes de mayo desde las diez de la mañana a las nueve de la noche. Luego, será trasladada a Barcelona, Valencia y Sevilla, lugares en los que existen también ediciones de EL PAÍS.
En la exposición se repartió un número especial de EL PAÍS editado con fecha del día 4 de mayo, aniversario del primer ejemplar que apareció de las rotativas hace 10 años.
En ese número especial, el director adjunto Augusto Delkader recuerda que el periódico ha pretendido dar cabida en sus páginas a las más contradictorias y opuestas corrientes de pensamiento, fomentar el diálogo, la discusión y la polémica, practicar el periodismo más vivo y documentado, huir del doctrinarismo y en los asuntos esenciales de la política nacional e internacional, y definirse por posiciones de un liberalismo progresista.
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