La Crida

Resulta difícil hablar de/contra del movimiento o plataforma de la Crida, pero hay que hacer el esfuerzo de reconocer que en Cataluña tenemos una autoridad (la Administración autonómica) que lleva a cabo dentro de una legalidad una normalización, una adecuación a la normalidad de la lengua catalana, y aquella plataforma la considera estrecha. Otra autoridad (la Administración central) intenta reconducir las posibles exageraciones de la normalización utilizando otra legalidad, que aquella plataforma considera, arrolladora (el Tribunal Constitucional).En la práctica, con la recuperación del catalán pasa como con el pariente de América: si lo ves después de mucho tiempo lo notas cambiado, pero si vives a su lado no hay transformaciones apreciables. A la Crida no le gusta la Generalitat porque la considera burgueso-pactista, y odia a la Administración central (en lo que engloba a España, la lengua española, Franco, Felipe V, el PSOE, el Real Madrid ... ) porque la considera como una fuerza de ocupación extranjera. A la Crida le parece que la actitud política del Gobierno catalán es floja, débil y escasa en el tema de la difusión de la lengua catalana, y la contrarresta con ofensivas como la efectuada haciendo pintadas contra los rótulos en castellano de Correos, Renfe, aeropuertos... ¿Recuerda usted cuando en la calle alguien paraba a la gente y le obligaba a cantar Cara al Sol?. Y pienso que debe costar una milloriada en rotuladores tachar los buzones, los rótulos de médicos, abogados y comercios para que no aparezca nada en castellano.

¿Y qué hace la autoridad? Se dice "ésto no puede seguir así", pero se matiza con un "mira, de momento no pegan tiros; si quieres que pase algo como lo de Euskadi, móntatelo de duro". ¿Y si alguien de la Administración central en Cataluña hiciera algo? "Mira, que el gobernador civil se esté quieto, que las multas van a costar 100.000 votos en las autonómicas". Y se deja, en general, para los tribunales.- .