Moscú critica abiertamente a los dirigentes de Afganistán
/ IslamabadLa política del presidente afgano, Babrak Karmal, del que no se tienen noticias desde el pasado día 30 de marzo, en que acudió a Moscú probablemente para recibir tratamiento médico, fue objeto ayer de un abierto ataque del diario Pravda, órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética. Pravda, en la hasta hora más clara indicación del disgusto del Kremlin con la situación en Afganistán, acusa al régimen de Kabul de no buscar apoyo social más allá del que le ofrece el partido comunista. Todo ello ha suscitado especulaciones sobre la eventual sucesión de Karmal.
Las críticas realizadas ayer desde Moscú adquieren mayor relevancia al producirse con motivo del octavo aniversario de la toma del poder afigano por los milita res prosoviéticos, en 1978. El desfile conmemorativo de la efeméride, en Kabul, no estuvo presidido por Karmal, como habría sido de rigor, y durante la retransmisión del acto, realizada en directo durante dos horas por Radio Kabul, sólo en una ocasión se mencionó su nombre.Karmal, de 57 años de edad, partió para Moscú el 30 de marzo pasado, en lo que la Prensa afgana calificó de "visita privada" Desde entonces no se ha informado sobre su estancia en la URSS ni de su regreso. Por el contrario, su ausencia en diversos actos oficiales de importancia ha sido destacada por los observadores. Fuentes afganas y soviéticas han manifestado que "puede que se encuentre bajo tratamiento médico", mientras que otro informador perteneciente a una país de la Europa del Este indica que Karmal "tenía la piel muy gris" y estaba "hinchado", lo que hace pensar en una enfermedad de la sangre.
Su ausencia de ayer ha dado pábulo a toda clase de especulaciones, desde las relacionadas con su hipotética enfermedad hasta las que dan cuenta de que ha perdido el favor del líder del Kremlin, Mijail Gorbachov quien ya hace tiempo manifestó su deseo de retirar la presencia militar soviética de Afganistán, fuerza estimada en unos 115.000 hombres por fuentes occidentales. A este respecto se recuerda que ya Gorbachov se mostró distante con Karmal al no recibirle el pasado mes de febrero, durante la celebración del congreso del PCUS, y que el afgano tuvo que pronunciar un discurso a la defensiva ante los congresistas.
El artículo de Pravda es una clara muestra del disgusto existente en el Kremlin con la política de Karmal. "Desagrado con lo que se ha hecho, agudo criticismo sobre los fallos que han menoscabado el proceso revolucionario en Aflganistán, pueden verse en las decisiones; adoptadas el pasado otoño por el Consejo de la Revolución (...) y en aquéllas sobre la necesidad de ampliar la base social de la revolución", se lee en el rotativo.
Diplomáticos destacados en Moscú dicen que el Kremlin, intranquilo ante la aparente incapacidad de Karmal para ganar la guerra y conseguir apoyo popular, urgió al líder del Partido Democrático del Pueblo de Afganistán a nombrar a algunos ministros no comunistas.
Pero el hecho de que el discurso oficial de ayer la realizara el ministro de Defensa, general Nazar Mohamad -quien no mencionó en su intervención a Karmal-, no da pie a pensar en cambios en el partido, que se hizo con el poder, en un sangriento golpe de Estado dirigido contra el príncipe Moliamad Daud, el 27 de abril de 1978.
El ministro intervino tras el desfile, en el que participaron blindados, aviones, helicópteros y piezas de artillería de fabricación soviética. Mohamad dijo que el Ejército afgano, con la ayuda soviética y las armas avanzadas, acabará pronto con los contrarrevolucionarios. "Estamos seguros de que los enemigos de la revolución de abril han sido y serán derrotados. La victoria está con nosotros, porque estamos en lo cierto".
Dos candidatos
Dos posibles sucesores -el primer ministro, Alí Kishtmand, y eljefe de Seguridad, Najibulah-se han mostrado particularmente activos durante la ausencia de Karmal. Cualquiera de los dos habría sido considerado el sucesor si hubiese presidido la parada de ayer.
La Prensa soviética dio a Kishtmand, de 50 años, mucha más prominencia de la que se podía esperar con motivo de su visita de hace unos días a Moscú, y el comité central adoptó la inusual decisión de dirigir su mensaje de felicitación con motivo del actual aniversario al primer ministro y a Karmal, en vez de cursarlo sólo al presidente. Najibulah, un médico de 39 años, se hizo cargo de las fuerzas de seguridad afganas el pasado mes de diciembre, tras seis años de dirigir la policía secreta. En medios del exilio se dice que esta promoción puede ser el primer paso en la carrera de Najibulah hacia la cumbre. "Los rusos cambiaron a Yuri Andropov del KGB sólo unos pocos meses antes de elegirle líder del partido", dice uno de ellos.
Afganistán y Pakistán deben reanudar dentro de una serriana, en Ginebra, las conversaciones de paz en las que media la ONU, y en medios diplomáticos de Islamabad, capital pakistaní, se cree que un cambio en el liderazgo afgano supondría un reto a Pakistán, que se niega a negociar con el Gobierno de Karmal por considerarlo hijo de los carros de combate soviéticos. De este modo, si llega a producirse tal cambio, Gorbachov estaría en mejores condiciones de seguir adelante con su plan de retirada.
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