Los ministros de Economía de los 'doce' intentan reducir los gastos de la CE para 1987
Los ministros de Economía y Finanzas de los doce se reúnen hoy no para curar a la Comunidad Europea (CE) de sus enfermedades presupuestarias, sino para intentar encorsetar los gastos de ésta para 1987. España, representada por el ministro Carlos Solchaga, acude a esta reunión con la postura de ver cómo evoluciona la situación antes de fijar su propia estrategia, que se enmarca, sin embargo, entre los países del sur de Europa.
El tiempo de las vacas gordas quedó atrás. El momento es difícil para España si no quiere convertirse -quizá de nuevo- en 1987 en contribuyente neto a las arcas de Bruselas.Los ministros tendrán un debate "general y político" sobre la actual situación presupuestaria de la Comunidad. No se trata de encontrar soluciones, pues para ello habrá en mayo un Consejo de Ministros de Presupuesto después de que el próximo miércoles la Comisión haya definido su propuesta de presupuesto complementario para 1986.
Tres meses después de aprobado el presupuesto, el dinero ya escasea. El agujero -que no el déficit, pues la CE siempre ha de tener un presupuesto equilibrado- viene a ser de unos 340.000 millones de pesetas. Nadie, salvo Grecia, quiere superar por ahora el actual límite de los recursos propios de la CE. Pero en el debate hay un enfrentamiento entre los sudistas y los nordistas, entre los que no quieren que se sacrifiquen los fondos estructurales en los recortes y los que consideran que los ahorros deben ser generales.
Recortar gastos
Los ministros sí intentarán llegar a un acuerdo sobre la aplicación en 1987 de la disciplina presupuestaria, que quiere que los gastos no aumenten más rápidamente que los recursos. El tema acarrea tres elementos:
1. El máximo de gastos de garantía de precios agrícolas: como en 1986, en 1987 para los cálculos del aumento de estos gastos se utiliza la base de los diez más una cifra ad hoc para España y Portugal. Será la última vez que ocurra, pues el próximo año todos los cálculos se harán sobre la base de doce directamente. Así, estos gastos no deberían superar 22.956 millones de ECU (3,12 billones de pesetas) para los doce. De esta cifra, 1.203 millones de ECU corresponderían a España. Algunos expertos españoles señalan que a estas alturas es algo prematuro dar una cifra de esta magnitud. Si luego no se gastara este dinero en España, lo que sobrara iría a los otros países. Y de ahí la! sospechas españolas sobre estas cifras. Si para el cálculo que lleva a la cifra global se separa a España y Portugal, la cantidad será para los doce.
2. Gastos no obligatorios (que incluyen las partidas de los fondos estructurales): los doce están dispuestos a que aumenten en un 7,7% respecto a 1986. ¿Pero qué base de 1986? ¿La decidida por el Consejo de Ministros o la más cuantiosa, aprobada por el Parlamento (y contra la que algunos Estados han recurrido ante el Tribunal de Justicia de la CE)? La solución no vendrá hasta que el Tribunal se pronuncie o los doce decidan el presupuesto complementario para 1986.
En este campo, que interesa especialmente a nuestro país (sólo a través de lo que perciba de los fondos estructurales puede esperar no convertirse en contribuyente neto), la delegación española pide un ajuste de la base más elevada, pues España estará más integrada en la CE en 1987 que en 1986.
3. Otros gastos obligatorios: ¿han de tomarse en cuenta para calcular su aumento los reembolsos a varios Estados miembros? Ésta es la verdadera cuestión, y no el 4,039% de aumento acordado.
El acuerdo sobre el "marco de referencia" de los gastos para 1987 sólo podría ser hoy parcial. Grecia e Italia pretenden impedir un acuerdo sobre el marco de referencia para 1987 hasta que no haya presupuesto complementario para 1986. De hecho, al llegar a un acuerdo político el viernes sobre los precios agrícolas para 1986-1987, los ministros de Agricultura han forzado algo la mano a los de Economía.
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