Fracasa la posibilidad de llegar a un compromiso que evite la 'guerra comercial' entre EE UU y la Comunidad Europea

Las conversaciones para evitar una guerra comercial entre Estados Unidos y la Comunidad Europea, a consecuencia del tratado de adhesión de España y Portugal, fracasaron ayer en París. Washington ha anunciado que impondrá cuotas a determinadas exportaciones europeas, en represalia por las restricciones a sus Ventas de cereales y soja. La CE, por su parte, asegura que replicará "de forma paralela y simétrica".Las consultas entre representantes de EE UU y de Bruselas terminaron sin acuerdo y en un clima de tensión. "Estamos disgustados, hemos llegado a un nivel de confrontación", aseguró un portavoz de EE UU. "Si Washington adopta medidas de retorsión, responderemos de igual manera", anunciaron fuentes de la CE.

Las negociaciones tuvieron lugar el viernes por la noche y el sábado por la mañana entre una delegación de los doce, presidida por los comisarios Frans, Andriessen (Agricultura) y Willy de Clerq (Relaciones Exteriores), y otra norteamericana, dirigida por el ministro de Agricultura, Richard Lyng, y el experto en temas comerciales Clayton Yeutter.

Los representantes estadounidenses aseguraron que invocarán el artículo cuarto del Tratado del GATT para plantear el futuro de sus exportaciones a España. Washington quiere que antes del 1 de julio próximo se negocie un "paquete de medidas compensatorias" que reduzca las pérdidas que van a. sufrir, según ellos, en el capítulo agrícola. Yeutter no quiso, sin embargo, profundizar sobre el posible contenido de ese paquete.

Las discusiones fueron todavía más vivas en relación con Portugal. Estados Unidos mantiene que algunos de los aspectos del tratado de adhesión son ilegales desde el punto de vista de los acuerdos del GATT, lo que rechazan vigorosamente los portavoces de la CE. "No hay ninguna. posibilidad de que revisemos el tratado", aseguraron los comisarios europeos. Washington exige que dichas medidas, que perjudican a sus exportaciones de cereales y soja, sean suspendidas o congeladas, bajo amenaza de adoptar represalias que podrían afectar a las exportaciones de vino de la CE, entre otros productos.

Willy de Clerq explicó que las ventas norteamericanas de trigo y oleaginosas a Portugal no resultarán afectadas este año y que había ofrecido a Estados Unidos la creación de un grupo de vigilancia para examinar las posibles consecuencias a partir de 1987. Lyng y Yeutter se negaron en redondo a aceptar esa vía de solución.,

Los representantes norteamericanos, que habían anunciado represalias para el 1 de mayo en caso de que no se llegara a un acuerdo, dieron a entender en París que las sanciones se retrasarán hasta después de la cumbre de países industrializados que se celebrará en Tokio (Japón) del 4 al 6 de ese mismo mes. Yeutter señaló que por el momento no se tratará de medidas tarifarias, sino de aplicación de cuotas que inicialmente no serán restrictivas. "Las medidas norte americanas de retorsión", explicó,serán cuantitativas y abiertas, a fin de no penalizar a la CE al menos hasta principios de 1987".