Iniciativa para crear una asociacion por la paz en Euskadi
Cristina Cuesta, hija del delegado de la Telefónica en San Sebastián asesinado el 26 de marzo de 1982 por los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CC AA), pidió ayer públicamente a todos los familiares de las víctimas; de la violencia en Euskadi que se agrupen en una asociación apolítica, libre y tolerante, consagrada a la lucha por la paz. La joven, que ya expuso esta misma idea en las jornadas sobre Periodismo y violencia, clausuradas recientemente en esta ciudad, señaló ayer que con su iniciativa trata de facilitar una salida personal a todas aquellas personas afectadas directa o indirectamente por la violencia, que viven atrapadas en el odio, el silencio, el vacío o la indiferencia."Yo también he odiado", dijo, "y he vivido cuatro años marcada por la muerte de mi padre, pero ahora", añadió, "quiero vivir en el convencimiento de que he intentado buscar una salida". La Asociación por la Paz que propugna Cristina Cuesta trata de reunir, de acuerdo con su programa de intenciones, "al familiar o amigo de una persona asesinada por los GAL y al familiar y amigo de un Guardia Civil asesinado por ETA, cualquiera que sea su forma de pensar, cualquiera que sea su manera de analizar la realidad político-social en la que vivimos".
Cristina Cuesta, de 24 años, trabajadora de la Telefónica y estudiante de cuarto curso de Filosofía en San Sebastián, señaló que la tolerancia debe ser la condición primordial de esta asociación, y dijo haber llegado al convencimiento de que la única salida personal a los familiares de las víctimas de la violencia "es no encerrarse en odio irracional, sino en la esperanza positiva de mantener, pese a las circunstancias, posturas críticas y racionales". "Respeto mucho a las personas que odian", indicó, "porque respeto mucho cualquier sentimiento humano".
Admitió que la Asociación por la Paz es un proyecto todavía embrionario, expuesto exclusivamente a título particular, y reconoció albergar dudas sobre su viabilidad. "Tengo miedo de que mi propuesta sea mal interpretada o manipulada y que no obtenga más respuesta que el silencio, aunque", apuntó Cristina Cuesta, "esperó que ese inmenso sector ciudadano que calla, pero que siente y piensa, se decida a ayudarme en esta empresa con el único propósito de contribuir a la pacificación de nuestro pueblo".
En otros países
Cristina Cuesta invitó a todas aquellas personas que quieran trabajar por la paz a ponerse en contacto con ella a través del apartado 491 de San Sebastián. Señaló que asociaciones similares funcionan ya desde hace años en países como Irlanda e Israel, y sub rayó que el objetivo de la asociación no es otro que el de crear una dinámica social de trabajo por la paz y establecer cauces de comunicación "entre las personas afectadas directamente por la violencia organizada y entre todas aquellas que: sufren cotidiaríamente, de forma. indirecta, la violencia en cualquiera de sus formas".Explicó que su intervención en las jornadas sobre Periodismo y, violencia respondió exclusivamen-te a una iniciativa personal ajena al programa de la organización. "Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea y al ver que las jornadas eran abiertas al público me aninié a dar a conocer mi propuesta". "Después de cuatro años", dijo Cristina Cuesta, "he decidido buscar mi salida personal trabajando por la paz, libremente y sin dramatismos; quiero luchar", subrayó, "por algo que no me haga odiar".
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