El Gobierno vasco, dispuesto a aceptar su corresponsabilidad en la lucha antiterrorista

El Gobierno vasco está dispuesto a aceptar un compromiso que incluya corresponsabilidad con el Ejecutivo central y participación de la Ertzantza (policía autónoma) en la lucha contra ETA. Este compromiso formaría parte de un entendimiento más amplio en torno a algunas de las conclusiones del informe de los expertos sobre la violencia. "Hasta ahora, Madrid ha insistido en las vías policiales, y nosotros, en las políticas", explican medios próximos a Ajuria Enea, sede de la Presidencia del Gobierno autónomo, "pero ha llegado el momento de comprender que la solución al terrorismo exige una comprensión más global".Esta disposición a aceptar un grado de participación pública en la lucha antiterrorista, que significaría un cambio de gran trascendencia política en Euskadi, podría facilitar el nuevo marco de diálogo que el Gobierno vasco aspira a alcanzar con Madrid en torno al terrorismo y la violencia.

En Ajuria Enea se interpreta que el dictamen de la comision internacional debe servir sobre todo como base de un diálogo franco con el Gobierno central que ofrezca resultados concretos, y sólo se concede un valor secundario a un acuerdo entre las fuerzas políticas vascas.

El diálogo es posible, afirman las mismas fuentes, "porque en Madrid el documento ha sido acogido con una actitud receptiva, y el partido socialista lo ha considerado un instrumento útil de trabajo".

La relación del lendakari Ardanza con Felipe González es fluida, a diferencia de lo que ocurría con Carlos Garaikoetxea en su última etapa al frente del Ejecutivo autónomo. Los dos presidentes "se entienden", según la expresión empleada en Vitoria, donde pesa la consideración de que González es consciente de la solvencia de los miembros de la comisión y conoce personalmente a alguno.

La conclusión es que "hay que abrir el camino para una nueva reflexión". "Hasta ahora", afirman las fuentes de Ajuria Enea, "los nacionalistas nos hemos aferrado a las soluciones políticas, pero sin policía. En Madrid han insistido sobre todo en la actuación policial, desde un razonamiento inverso. Hay que alcanzar un compromiso, enriquecer las respectivas vías de solución y aceptar todas las posibilidades".

Este acuerdo implicaría para el Gobierno vasco y para el nacionalismo moderado en general "un comprorniso importante, porque habría que aceptar responsabilidades en la lucha contra ETA", mientras que el Gobierno central tendría que admitir que el marco jurídico de la acción antiterrorista no es el más apropiado para eliminar los problemas políticos pendientes, desde la perspectiva de Vitoria.