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LA MARQUESA VUELVE A CASA

"Quizá hayamos conseguido un beneficio mínimo", declara el propietario del cuadro de Goya

Lord Wimborne, hasta el miércoles propietario del cuadro La marquesa de Santa Cruz, de Francisco de Goya, y la galería internacional de arte Christie's expresaron ayer su satisfacción por la feliz conclusión de las negociaciones secretas por las que el lienzo de Goya regresará a España después de ser suspendida la subasta prevista para hoy. En el transcurso de la conferencia de prensa, lord Wimborne no quiso revelar si el arreglo le resultaba oneroso o, por el contrario, había liquidado con beneficios. "Yo diría que si sumamos todos los gastos quizá hayamos conseguido un beneficio mínimo".

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Según un comunicado distribuido en el transcurso de una conferencia de prensa convocada por ambas partes en la sede de Christie's, en King Street, en el corazón del West End londinense, el Estado español ha accedido a pagar a los propietarios "la suma de seis millones de dólares [4,1 millones de libras] como compensación por los gastos sustanciales en que éstos han incurrido".A la conferericia de prensa convocada en la sede de Christie's asistieron lord Wimborne; el, director de Oversead Art Investments Ltd., compañía registrada en Jersey, isla del canal a efectos fiscales, Geoffrey Grime, y el presidente de Christie's International, J. A. Floyd. El acto se celebró en el primer piso de la galería, en una pequeña sala contigua a la que hasta ayer contenía el lienzo objeto de litigio.

Lord Wimborne, cuyo dominio del castellano es notable, no aportó ningún dato nuevo sobre la negociación y se limitó a expresar públicamente su satisfacción por el acuerdo. En el comunicado conjunto de Christie's y lord Wimborne se dice textualmente que tanto la galería de arte como el propietario del cuadro están encantados de qup el asunto se haya resuelto a satisfacción de todas las partes [interesadas] y que la controversia que produjo pertenece ahora al pasado".

El cuadro se encontraba ayer todavía en la sede de Christie's, pero Winborne manifestó su esperanza de que regresara pronto a España y que fuese exhibido en el Prado".

En el transcurso de la conferencia de prensa, el aristócrata inglés, un vizconde de 46 años residente en París, no quiso revelar si el arreglo le resultaba oneroso o, por el contrario, había liquidado con beneficios. "Yo diría que si sumamos todos los gastos quizá hayamos conseguido un beneficio mínimo", manifestó. Wimborne se negó a revelar la cantidad que pagó por el cuadro, y dijo que ese tipo de información era confidencial. Únicamente, después de consultar con Grime, dijo que en los documentos de exportación de la obra figuraban 167 millones de pesetas.

Según Wimborne, el cuadro fue vendido por Saorin, en la actualidad en paradero desconocido, reclamado por un juzgado español, a un comprador suizo cuyo nombre no ha sido revelado y que, a través del marchante de Londres Michael Simpson, el lienzo fue finalmente comprado por la compañia registrada en Jersey, propiedad de uno de los trustes familiares de lord Wimborne. El Gobierno español ha mantenido en todo momento que el cuadro fue sacado ilegalmente de España, con documentación falsificada.

Wimborne afirmó que las negociaciones con el Gobierno de Madrid para el regreso del cuadro a España fueron iniciadas hace dos años por el abogado Rodrigo Uría, pero que no condujeron a nada. Wimborne intentó vender La marquesa de Santa Cruz al Museo Getty de California, pero el museo lo rechazó al anunciar la Embajada de España en Washington que los documentos de exportación habían sido falsificados.

La acción jurídica del Gobierno español cerca de los tribunales británicos ha sido, junto con el acuerdo sobre el precio, una de las causas principales para que se llegue a un arreglo satisfactorio. Como el propio Wimborne ha reconocido, "según me informaron en Christie's, no se esperaban muchas ofertas en la subasta" debido a las circunstancias que rodeaban al cuadro.

Wimborne manifestó, en contestación a una pregunta, que no podía confirmar los rumores que han venido circulando desde la II Guerra Mundial, según los cuales el general Franco había intentado comprar el cuadro para regalárselo a Hitler, ya que en la lira que sostiene la marquesa de Santa Cruz en el cuadro aparentemente se puede ver una esvástica (símbolo del partido nazi). Según Wimborne, "no hay ninguna prueba de que en realidad Franco pensase regalar el cuadro a Hitler". A pesar de la existencia de un código de conducta suscrito por las casas de arte británicas para negarse a vender cuadros robados o introducidos en el país de contrabando, Christie's ha mantenido siempre que tal código no era de aplicación en este caso. Paul Whitfield, portavoz de Christie's, manifestó ayer a EL PAÍS que "el cuadro no había sido robado ni, evidentemente, había sido introducido en el Reino Unido de contrabando".

El Gobierno español ha tratado en todo momento de hacer conocer su posición sobre el cuadro, y el ministro de las Artes, Richard Luce, antiguo subsecretario del Foreign Office, realizó la semana pasada una declaración en la Cámara de los Comunes recordando el contenido del código de conducta vigente para los anticuarios y galerías de arte. A nivel de ambos Gobiernos es evidente que el acuerdo alcanzado a última hora del martes por los representantes legales del Estado español y de lord Wimborne -"yo estaba en el teatro cuando se firmó", declaró el vizconde- elimina un posible punto defiricción oficial a menos de dos semanas de la visita al Reino Unido de los Reyes de España.

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