El juez condena a Albarrán, 'arrepentido' de la heroína, a cuatro años de cárcel

Francisco Javier Albarrán, de 31 años, el primer arrepentido de la heroína, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Valencia a una pena de cuatro años, dos meses y un día de prisión menor al haber sido hallado responsable de un delito de robo con intimidación. Albarrán, junto con su cómplice Pascual Beltrán Vicente, condenado a cinco años y seis meses, asaltó pistola en mano una sucursal de la Caja de Ahorros de Valencia el 28 de octubre de 1983, de la que ambos se llevaron 277.600 pesetas. Albarrán se entregó a la policía en 1985, confesándose autor de varios robos y pidiendo ser curado de su drogodependencia.

La sentencia no causó excesiva sorpresa, pese a que en los últimos días se había apuntado la posibilidad de que aunque fuera condenatoria el tribunal podría recomendar al Gobierno que aplicara algún indulto. El fallo fue notificado oficialmente a mediodía de ayer y comunicado de manera inmediata a los periodistas por el presidente de la Audiencia Territorial de Valencia, Carlos Climent. La máxima autoridad judicial valenciana explicó que la Sala Primera de la Audiencia había considerado que la pena era proporcionada a los hechos juzgados y en ello justificó la no solicitud de indulto.El tribunal ha dado como probada la participación de Albarrán y su acompañante, ambos con antecedentes penales, en el atraco a la citada sucursal. En el capítulo de hechos probados se afirma que Albarrán saltó el mostrador del establecimiento y cogió el dinero, mientras su cómplice encañonaba a clientes y empleados con una pistola Beretta de 9 milímetros. Ambos procesados huyeron en dirección a Madrid, donde repartieron el botín.

El tribunal considera que Francisco Javier Albarrán sufría drogodependencia a la cocaína y la heroína, "situación que disminuía su capacidad de discernimiento en grado no determinado, pero sin llegar a anularla". Esta consideración de toxicómano ha llevado a la Sala Cuarta de la Audiencia valenciana a apreciar en Patxi Albarrán un atenuante que ha rebajado la condena que le podría haber sido impuesta en caso contrario.

El ministerio fiscal había solicitado para ambos procesados sendas penas de siete años de prisión mayor y calificó los hechos como constitutivos de un delito de robo con intimidación. Las defensas coincidieron con esta calificación. No obstante, la de Pascual Beltrán pidió una pena de cuatro años, dos meses y un día de prisión menor para su defendido, y la de Francisco Javier Albarrán, que estimó que concurría una eximente incompleta por toxicomanía, demandó una pena de un mes y un día de arresto mayor.

El arrepentido no volverá de momento a prisión, al no tener la sentencia el carácter de firme desde el mismo momento en que se presente, en un plazo de cinco días, el oportuno recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Dicho recurso podría ser presentado esta misma semana, o a lo sumo a principios de la próxima, por su abogado defensor, José María Merlos.

Albarrán se encontraba ayer en la sede de las Juventudes Socialistas de Madrid y según el encargado de prensa se deprimió al conocer la sentencia, y en la tarde de ayer asistió a una terapia. La Comisión Ejecutiva de las Juventudes Socialistas se reunió urgemente tras conocer la sentencia y redactó un comunicado en el que estima "antisocial e injusta la sentencia" en relación con una persona que se entregó voluntariamente para rehabilitarse.