El terrorismo y los rehenes en la agenda de la primera reunión del Gabinete de Chirac

La nueva oleada de! atentados y la situación en Líbano, donde permanecen secuestrados al menos siete ciudadanos franceses, serán dos de los puntos claves del primer Consejo de Ministros de la cohabitación, que se reúne hoy en el palacio de] Elíseo bajo la presidencia de François Mitterrand. El nuevo primer ministro, Jacques Chirac, que centró parte de su campaña electoral en la falta de seguridad, propondrá posiblemente una serie de medidas destinada a reforzar aun más los controles callejeros y la vigilancia sobre determinados núcleos de población extranjera. También desea potenciar la colaboración internacional antiterrorista.

"Vamos a reforzar los medios internos de lucha contra el terrorismo, medios técnicos y jurídicos que permitirán controles y registros mucho más sistemáticos que los actuales", explicó el primer ministro en una breve conferencia de prensa celebrada ayer en la alcaldía de París. Chirac, que hará compatible, como es tradición en Francia, la jefatura del Gobierno con su puesto de alcalde, anunció también contactos con otras naciones democráticas para reforzar "la coordinación internacional".El traspaso de poderes en el Ministerio del Interior se realizó con toda urgencia a últimas horas de la tarde del mismo jueves, día en el que se anunció el nombramiento de Chirac. El socialista Pierre Joxe será sustituido, en realidad, por dos hombres, puesto que el nuevo ministro del Interior, Charles Pasqua, cuenta con un adjunto "en cargado de la seguridad", Robert Pandraud, de quien dependerá directamente la policía.

La doble dirección ha cansado sorpresa en medios políticos de París porque, aunque los dos hombres son íntimos consejeros de Jacques Chirac, no mantienen entre sí buenas relaciones. Pandraud, que fue director general de la policía entre 1975 y 1978, está considerado como un duro que conoce perfectamente la organización de los servicios de seguridad.

Además de hacer frente a las actividades terroristas en Francia, el nuevo Gobierno tendrá que actuar con rapidez en la crisis de los rehenes, momentáneamente congelada a causa de las elecciones. Chirac y Mitterrand discutieron ya en su primera entrevista, según algunas fuentes, sobre los contactos y las negociaciones que se han celebrado hasta ahora.

Las autoridades francesas no han conseguido por el momento identificar con exactitud al grupo que mantiene secuestrado en Líbano a los cuatro miembros del equipo de televisión de Antenne 2 desaparecidos hace casi 15 días en Beirut ni establecer un acuerdo con Yihad Islámica, que tiene en su poder a otro periodista y a dos diplomáticos desde hace más de un año y que se atribuyó el asesinato del sociólogo Michel Seurat.

Una advertencia

Los grupos terroristas ligados a Líbano saludaron la llegada del nuevo Gobierno con un atentado que costó la vida a dos personas y que se interpreta como una advertencia personal a Jacques Chirac, que se había declarado contrario a la puesta en libertad de varios árabes detenidos en Francia.

La crisis de Líbano será una de las primeras demostraciones de la coexistencia pacífica, e incluso, en este caso, de la cooperación entre el presidente de la República, socialista, y el primer ministro, conservador, puesto que será necesario que los dos políticos empleen a fondo sus relaciones en Oriente Próximo, presenten un frente único y se corresponsabilicen de qualquier posible solución negociada.

El Consejo de Ministros dará luz verde también con toda probabilidad a las dos leyes de habilitación que serán sometidas a partir del próximo día 2 a la nueva Asamblea Nacional, y que permitirán a Jacques Chirac gobernar momentáneamente por decreto-ley en el área económica. El nuevo primer ministro tiene asimismo el propósito de modificar el sistema electoral de forma que vuelva a ser mayoritario.