Las empresas públicas han reducido sus plantillas un 7,14%, y sus pérdidas, un 24,5% durante 1985

Las empresas públicas, que recibirán este año del Estado unos 615.000 millones de pesetas, han reducido sus plantillas durante los dos últimos años cerca del 10%, sin contar las que han sido privatizadas. El pasado ejercicio se desprendieron del 7,14% de su personal, y en el ejercicio anterior, de otro 2,68%. Junto a las mejoras introducidas en la gestión, dichos ajustes han contribuido a reducir las pérdidas ostensiblemente, según el balance presentado ayer por la Administración. Con este motivo, el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, admitió que el déficit total del Estado pudo alcanzar el pasado año algo más de 1,6 billones de pesetas, lo que equivale al 5,65% del producto interior bruto (PIB).

Esta cifra, expresiva de los derechos contraídos; y obligaciones reconocidas durante el ejercicio, se suma a la del 5,3% del PIB (algo más de 1,48 billones de pesetas) avanzada oficialmente para el déficit de caja, que se limita a recoger los ingresos y gastos no financieros.Como el objetivo gubernamental era terminar el año con un déficit equivalente al 5% del PIB o valor añadido en la producción de bienes y servicios, ambas magnitudes indican que el desequilibrio de las cuentas estatales habría oscilado entre los 184.000 y los 85.000 millones de pesetas. Todavía no ha sido publicado el grado. de cumplimiento de los gastos e ingresos que autorizaron las Cortes en los Presupuestos del Estado para 1.985. Solchaga, preguntado al respecto, se limitó ayer a anticipar que, en promedio, ha sido del 90% ó 91%, cinco o seis, puntos más que en 1984.

El ministro de Economía y Hacienda facilitó estas cifras durante un seminario en el que altos cargos del departamento explicaron los balances de las empresas públicas en 1984 y un avance de 1985, así como los esfuerzos realizados para sanearlas y mejorar su gestión.

Sin contar las empresas ya afectadas por la política. de privatizacioes, que el Gobierno está dispuesto a mantener, una muestra representativa del sector público indica que la reducción de plantillas fue el pasado año del 7,36% y en el anterior del 2,68%.

El primer dato, obtenido entre sociedades que representan el 83% de las ventas y del capital, así como el 61% del número de empleados, excluye a Seat y Renfe, aunque fue presentado como totalmente fiable; la disminución de empleos en las empresas contabilizadas fue de 16.232, sobre una plantilla de 220.589 personas al terminar 1984.

La segunda cifra, correspondiente a 1984, se refiere a unas plantillas que empezaron el año con 427.816 personas (Renfe incluida) y terminaron con 11.485 trabajadores menos. En este caso, el estudio cubre el 81,3% del empleo total en la empresa pública y el 97,7% del volumen de ventas.

Sobre las citadas premisas, los gastos de personal crecieron el 4,71% durante 1985, las ventas el 7,71% y las compras el 5,52%. Así, las pérdidas globales han disminuido el 31,19% (hasta 77.763 millones de pesetas). Pero la propia Intervención General del Estado ha advertido que hay que tomar las cifras con cautela, porque son provisionales y porque no incluyen resultados extraordinarios y de la cartera de valores. Si se descuentan las subvenciones de explotación, la reducción ha sido del 24,53% (hasta situarse en 117.997 millones de pesetas).

Según el estudio sobre 1984, los gastos de personal crecieron el 4,95%, cifra equivalente al 7,49% por persona empleada, nivel que resulta algo inferior al conjunto nacional. Las pérdidas se redujeron ese ejercicio un 14,36%.

Este trabajo, el más completo que se ha publicado hasta ahora, muestra que las empresas públicas tienen un nivel de auditoría financiera superior al sector privado: de las 271 empresas consideradas, 220 han sido sometidas a revisiones externas de cuentas.

Sin contar Renfe ni Rumasa, el valor añadido por las empresas públicas creció en 1984 el 14,44% (hasta 1,41 billones de pesetas). Esto indica un crecimiento real de actividad del 0,3%. El índice de productividad (relación entre el valor añadido y el número de trabajadores) fue en el sector público empresarial del 4,08%, mientras que en la economía española quedó en el 2,38%.

Mientras que los excedentes empresariales crecieron en promedio nacional el 22%, en las empresas públicas subieron el 30%. Uno de los principales obstáculos para que el buen comportamiento del excedente no se refleje en beneficios es el alto endeudamiento.

Aunque por el esfuerzo de capitalización a cargo del Estado el pasado año bajó la relación entre recursos ajenos y propios desde el 2,97% al 2,71%, el sector publico empresarial tiene muchos más créditos que el privado en divisas (un 43% del total). También está bastante más endeudado con la banca extranjera: el 44% de los 2,4 billones de pesetas que debe.

También se desprende del estudio que la aportación de las empresas públicas al PIB ha crecido desde el 6,6% en 1978 al 7,3% en 1983.