Pinochet rechaza las opiniones de la Casa Blanca sobre su régimen

El general Augusto Pinochet rechazó ayer las recientes declaraciones del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ronald Regan, según las cuales Estados Unidos no pretende, "por el momento", desestabilizar el régimen militar chileno. El presidente de Chile, en referencia a las palabras de Regan, afirmó: "Nadie puede decirnos a los chilenos lo que debemos hacer".Regan, en un programa de televisión trasmitido el pasado sábado en Washington, también dijo que la Casa Blanca cree que "hay medios para inducir a ese Gobierno [del general Pinochet] hacia una forma de vida más democrática".

Consultado sobre estas declaraciones del alto funcionario de la Administración de Ronald Reagan, Pinochet respondió textualmente: "El único comentario que puedo hacer es que nosotros somos diferentes a los americanos. Hay que entender eso, fijense que nosotros somos latinos y ellos son anglosajones. Nosotros nos guiamos por el Derecho Romano, y ellos por la Carta Magna. Nosotros fuimos dependencia del rey de España, y ellos fueron colonia".

A pesar de la actitud del Pinochet, una ola de optimismo invade estos días a la oposición al régimen del general Augusto Pinochet, según informa desde Santiago Manuel Délano. Las pintadas en las calles de Santiago de Chile anuncian una trilogía: Duvalier-Marcos-Pinochet. La revista de izquierdas Análisis pone en la portada de su última edición imágenes de los hombres del régimen que se irían del país en un último vuelo con el dictador.

Grupos de mujeres, que ya han organizado movilizaciones este año, anuncian una jornada por el Derecho a la democracia para mañana, día 20. El acto más importante de la misma será el ejercicio del derecho al voto, en urnas colocadas en sindicatos, universidades y lugares públicos, donde la población podrá elegir entre. dictadura y democracia.

Desde la izquierda y el centro hay intentos por reactivar el Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democracia. José Joaquín Brunner, integrante de la fracción moderada del Partido Socialista chileno, propuso recientemente una consigna unitaria: "Elecciones, ahora".

Gabriel Valdés, presidente de la Democracia Cristiana, advirtió: "Después de Haití y de Filipinas, la conciencia mundial se vuelve hacia Chile. Llegó la hora de Chile. ( ... ) Sólo el pueblo, la multitud organizada de ciudadanos, posee el secreto para derrotar a la dictadura".

Sin embargo, la presión interna no inquieta tanto al régimen de Pinochet. En el palacio de la Moneda, sede del Gobierno chileno, se piensa que la represión y las divisiones entre los opositores serán suficientes para contener la agitación. Los funcionarios del Gobierno miran ahora con más inquietud hacia Estados Unidos.