Hacienda mantiene reservada la magnitud del déficit de 1985, que superó en 300.000 millones los objetivos
Hacienda mantiene bajo reserva la magnitud alcanzada por el déficit púbIico en 1985, que parece haber superado en más de 300.000 millones de pesetas los objetivos del Gobierno. Existen incluso indicios de que algunas cifras están siendo maquilladas. Fuentes empresariales aseguran que el desconocimiento de la cifra global del déficit resulta incomprensible e impide juzgar la situación y las perspectivas de la política económica. A la espera de conocer los ingresos y gastos durante el pasado año, todas las fuentes consultadas coinciden en que las necesidades públicas de financiación han excedido los 2,3 billones de pesetas, lo que supone un aumento del 45% sobre 1984. Algunas apuntan que la deuda puede haber crecido hasta 2,5 billones de pesetas, cifra equivalente a nueve de cada 100 pesetas generadas por la actividad económica.
Un mes, después de que este periódico revelara que Hacienda disponía desde varias semanas antes las cifras del déficit estatal y no quería difundirlos en aquel momento, sigue sin conocerse el balance oficial de los ingresos y gastos públicos. El lunes fueron facilitadas unas cifras incompletas, según las cuales el déficit de caja no financiero del Estado fue de 1.489.700 millones de pesetas, con aumento del 11,2% sobre 1984. Hubo 4,42 billones de pesetas de ingresos y 5,88 de pagos.Como los precios y, la actividad económica crecieron también cerca del 11,2% dicho déficit ha sido igual en términos reales al de 1984: el 5,3% del Producto Interior Bruto (PIB). En otras palabras: habría sido equivalente a 5,3 de cada 100 pesetas de valer añadido generado en la producción de bienes y servicios.
Según los datos oficiales, que excluyen las operaciones financieras y los gastos devengados y no pagados por el Estado, los ingresos han aumentado el 13,2% y los pagos el 14,1%. La recaudación del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) fue de 1.442. 100 millones, con incremento del 13,2% sobre el año anterior; la del impuesto de tráfico de empresas de 5 72. 100 millones, con aumento del 22%; la de los impuestos especiales, lujo y monopolios, de 772.800 millones, con crecimiento del 17,8%; y la del impuesto de sociedades (beneficios de las empresas), de 393.000 millones, el 21,1% más.
Ajustes
De los gastos apenas se ha publicado nada, si bien la evolución de meses anteriores indican que su desbordamiento global ha sido compatible con el incumplimiento de los presupuestos en algún capítulo, principalmente el de inversión pública. La única cifra facilitada, y ello para afirmar que representa por sí sola casi la mitad del déficit, es que los gastos por intereses se situaron en 740.000 millones. Pero ninguna fuente oficial ha explicado la razón de que las cifras de enero-noviembre, conocidas desde diciembre, reflejaran ya un gasto en intereses de 772.200 millones. Por el contrario, fuentes privadas aseguran que sólo en el mes de diciembre debería registrarse en fuerte aumento de este capítulo.Según expertos próximos a la Administración, la demora en la difusión pormenorizada de los ingresos y gastos obedece a que Hacienda ha procedido a la realización de ajustes en la imputación de gastos e ingresos. Éstos eran perfectamente conocidos hace mes y medio, cuando se supo que el déficit del Estado había superado en más de 300.000 millones de pesetas los presupuestos iniciales y la deuda total aumentó durante 1985 en 2,1 billones de pesetas, hasta superar por primera vez los 10 billones, sin contar el recurso al Banco de España (véase EL PAÍS 19.2.86). Oficialmente, la versión de Economía y Hacienda es que tardará unos días todavía en tener las cifras completas, y admite que, en términos de Contabilidad Nacional, el déficit será todavía algo superior.
Analistas privados y diversos medios empresariales han mostrado su extrañeza por el retraso en la publicación de dichas magnitudes, que consideran indispensables para juzgar la política económica y sus perspectivas. Una opinión compartida en estos círculos es que sólo ante la magnitud del déficit puede valorarse la necesidad de proseguir el rigor en su control o de proceder a una política más favorable al empleo.
En cualquier caso, las últimas estimaciones privadas sobre la financiación acaparada en 1985 por el sector público, denotan una presunta infravaloración de las magnitudes publicadas. Aunque hay múltiples formas de medir el déficit y sus efectos monetarios, las diversas fuentes consultadas -desde la patronal CEOE a la Asociación de la Banca Privada y el Banco de España- afirman que el sector público captó durante el pasado año algo más de 2,3 billones de pesetas. Algún experto privado llega a asegurar, con datos del Banco de España, que la deuda total habría aumentado en 2,5 billones.
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