Fernández Ordófiez viaja hoy a Lisboa para reactivar las relaciones hispano-lusas

La primera visita oficial, a Lisboa, que se inicia hoy, del actual ministro de Asuntos Exteriores de España, Francisco Fernández Ordóñez, señala el principio de una nueva ofensiva para normalizar las siempre complejas relaciones con Lisboa.Con la entrada en vigor, el pasado día 1 de marzo de los acuerdos de integración de los dos países en las Comunidades Europeas, la conclusión del largo ciclo electoral portugués y la confirmación por referéndum de la permanencia de España en la OTAN, están despejadas todas las incógnitas que obligaron, en los últimos meses, a posponer una reactivación del diálogo bilateral que parece sinceramente deseado por los dos Gobiernos.

El presidente Felipe González, durante su corta visita a Lisboa, el 9 de marzo, para asistir a la toma de posesión del presidente Soares, dijo a EL PAIS que España y Portugal tienen "mucho que hacer en conjunto" y que una cumbre de los dos jefes de Gobierno, que se debería realizar "lo más rápidamente posible" sería un buen punto de partida para reuniones regulares de trabajo entre los Gobiernos, según el modelo ya institucionalizado, por ejemplo, con París.

Visita de los Reyes

La visita de Fernández Ordóñez a Lisboa, durante dos días y "sin agenda preestablecida" con altos funcionarios de su Ministerio y de la Secretaría para las Relaciones con la CEE, tiene como objetivo "pasar revista a todos los temas pendientes en las relaciones entre los dos países, preparar la próxima reunión, en abril, del Consejo de la Cooperación y la cumbre de los dos jefes de Gobierno que podría coincidir con la sesión anual del Consejo o realizarse inmediatamente después. La visita oficial del presidente Soares a Madrid culminaría el proceso de normalización: la invitación de los Reyes de España, que el presidente González llevó personalmente el día de la investidura del nuevo jefe del Estado luso, ha sido aceptada.

En declaraciones a la agencia portuguesa Anop, Fernández Ordófiez, que se define como "lusófilo", en víspera de su visita a Lisboa, subraya que "el nuevo cuadro de las relaciones bilaterales, determinado a partir de ahora por la presencia de España y Portugal en la CEE y la Alianza Atlántica" impone "prever una serie de tratados, acuerdos y pactos establecidos anteriorménte"

El discurso no es nuevo: presidió la primera "cumbre ibérica" que se celebró después de la Regada del PSOE al poder, y provocó no pocas frustraciones. Frente a la situación de cuasi bloqueo a la que se llegó después de tantas afirmaciones de amistad. La novedad reside actualmente en la actitud, más pragmática y economicista del nuevo Gobierno de Lisboa. El primer ministro luso, Aníbal Cavaco Silva, comparte el punto de vista manifestado por el ministro español según el cual "el tratamiento que la CEE está dando a los dos nuevos miembros no es el deseado por España y Portugal". Piensa también que "los dos países deben actuar conjuntamente, porque juntos pueden producir una dinámica extraordinaria".