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Tres rehenes desesperados piden al Gobierno francés que ceda

Tres rehenes exhaustos, al borde de la desesperación, pidieron a su Gobierno que ceda a las exigencias de sus secuestradores de la organización Yihad Islámica, que el jueves por la noche remitió una cinta de vídeo con sus declaraciones a la delegación en la capital libanesa de la agencia de imágenes británica Visnews. La entrega fue acompañada de un comunicado en el que el grupo ultraintegrista islámico, tras desmentir haberse entrevistado con emisarios "franceses oficiales u oficiosos" asegura que "sus exigencias son perfectamente conocidas por las autoridades francesas y no pueden ser discutidas".

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En el texto se amenaza también veladamente con matar a los cautivos, y concluye proclamando brindar a Francia su última oportunidad.El mentís formulado a propósito de los encuentros con eventuales negociadores ha provocado una enorme perplejidad entre los periodistas y diplomáticos que siguen de cerca el asunto y que sólo logran explicarlo recordando una frase pronunciada el jueves por el emisario oficioso francés de origen shií libanés Razah Raad. "Las gentes que hablan en nombre de los secuestradores y los propios secuestradores se confunden", recalcó este mediador después de consagrar 48 horas a visitar a clérigos integristas.

Durante los seis minutos y medio que dura la grabación, los diplomáticos Marcel Carton y Marcel Fontaine y el periodista Jean Paul Kauffmann, barbudos y de espaldas a una pared blanca, se turnan ante la cámara para leer textos redactados de antemano cuya difusión constituye, probablemente, un nuevo intento por parte de sus carceleros de incrementar la presión sobre el Gobierno francés en vísperas de elecciones.

La divulgación del vídeo ha sido también interpretada como una respuesta a Anis Naccache -libanés shií actualmente encarcelado en Francia por capitanear el comando terrorista que en 1980 intentó asesinar al ex premier iraní exiliado Chapur Bajtiar-, que en un telegrama hecho público el jueves pidió a sus hermanos de la Yihad Islámiea (Guerra Santa Islárnica) que "tranquilizasen a todas las familias de los rehenes, sin excepción y con todos los medios posibles, sobre su salud". La liberación de Naccache es la principal exigencia de los secuestradores.

La grabación, en blanco y negro y de mala calidad, ha sido probablemente efectuada por algún aficionado después del 10 de marzo, según se deduce de las palabras de uno de los apresados, que parecen además ignorar la muerte de Michel Seurat, el sociólogo cuya ejecución fue anunciada la semana pasada.

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Los cautivos no hacen ninguna referencia a los cuatro periodistas que integraban el equipo de televisión de la cadena francesa Antenne 2, desaparecidos el 8 de marzo, pero que la Yihad ha desmentido rotundamente haber capturado. Un desconocido movimiento denominado Organización de la Justicia Revolucionaria se atribuyó ayer la responsabilidad del secuestro.

"Para mí esto es duro, durísimo", afirma el diplomático Marcel Fontaine ante la cámara antes de preguntarse: "¿Quién me sacará de aquí? Les suplico que me ayuden, que nos ayuden", prosigue, porque "somos víctimas de una política determinada. ¿Debemos pagar por ella? Creo que he pagad.o demasiado por una cierta política de partido que nos coloca en esta mala situación. Ya basta".

Tras reiterar su solicitud de auxilio a "todos los franceses" para que hagan "todo lo posible" para sacarles de allí "cuanto antes ( ... ) porque esto no es el club Mediterráneo ( ... )", Fontaine, vestido con una chaqueta oscura y una camisa de cuello abierto, manda "besos" a su "mujer e hijos" y saludos a sus "arnigos, diciéndoles acaso hasta pronto".

Marcel Carton, el otro diplomático, empieza dirigiéndose a su esposa, Denise, lamentando no haber podido desearle un feliz cumpleaños el 10 de marzo. "Eso me ha entristecido", afirma antes de recordar: "pronto hará un año que estamos separados". "Deseo profundamente que acabe esta pesadilla y que podamos encontrarnos todos juntos", agrega Carton.

Años de fieles servicios

Vestido con traje oscuro y una corbata del mismo color, Carton recalcó también: "Es absolutamente necesario que el Gobierno francés se interese por nuestra suerte y actúe con la mayor rapidez", antes de proporcionar noticias sobre su salud, que "es buena", aunque se describe "deprimido y muy triste". "A mi edad, ser víctima de esta detención después de haber dedicado a mi país 35 años de fieles servicios no es normal", dice.El último en tomar la palabra, y acaso el más desmoralizado de los tres, es Jean-Paul Kauffmann, enviado especial del semanario L´Evenement du Jeudi, que confiesa a su mujer, Joelle, estar completamente desamparado".

"Joelle", añade con voz patética, "estoy cansado, muy cansado. Cada minuto que pasa es un combate librado contra la angustia y la falta de esperanza. Y a veces nos preguntamos cuándo acabará esta larga noche. Los días están vacíos y son interminables", concluye.

La intervención de Kauffmann es la más larga de las tres y está en gran parte dedicada a explicar por qué han sido apresados los rehenes. "Nos han cogido a los cuatro para que un pueblo se oponga a otro, para que los franceses no estén contra los desheredados y los musulmanes". "Estamos aquí porque nuestro país ha enviado armas a Irak, porque Francia ha elegido el bando de Sadam Hussein en vez de ser imparcial en esa guerra".

Jean-Paul Kauffmann interpela también a sus "colegas periodistas". "Puede que estos días de desesperanza formen parte de los riesgos del oficio, pero quisiera que pensáseis en mis desgraciados compañeros. Pongo mi suerte, nuestra suerte, entre sus manos (las de los periodistas)", afirma.

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