_
_
_
_

Juan Goytisolo recopila el vocabulario castellano del zoco de Marraquech

El novelista y ensayista español Juan Goytisolo ha recopilado un alto número de palabras de origen y voz castellana introducidas a lo largo del tiempo en la Xemaa-el-Fna, la famosa plaza y zoco de Marraquech, punto original de convergencia de la cultura, la espontaneidad, el sentir y la sabiduría popular y la picaresca del Marruecos histórico y humano. Goytisolo reside gran parte del año en Marraquech y ha elegido este espacio como punto de inspiración de muchas de sus recientes obras.

Pese a ser Marraquech una ciudad caracterizada por una doble influencia árabe y francesa, esta última por haber estado sometida al protectorado de París durante casi medio siglo, lo variopinto de la Xemaa-el-Fna, que Juan Goytisolo describe en Makbara como "espacio abierto y plural, vasto ejido de ideas", ha provocado poco a poco e inocentemente la penetración en su jerga de palabras de neto sentido castellano, que lo popular ha impuesto frente a las voces árabes o francesas, actualmente dominantes, y en un lugar donde nunca tuvo ninguna influencia decisiva lo español.

Sin prefijo

En la Xemaa-el-Fna de Marrakech se le llama rubio a aquel muchacho -expresión castellana que en la plaza se dice mucho, en expresión contraída- que tiene ese color de pelo, en contra del blond francés o del shhb árabe; o se dice curva a todo desvío de una recta de carretera. También se habla de la muñeca, que en francés se dice poupée; o de la ma, semana, que a su vez en árabe se dice usbuaa.Los asiduos a la famosa plaza de Marraquech, que es el punto de concentración de los vendedores ambulantes, de los rapsodas y los poetas, de los salmodiadores del Corán, de los malabaristas y los acróbatas, de los encantadores de serpientes y los artistas itinerantes, llaman camarón a cualquier crustáceo o marisco, ya sea cangrejo o gamba, y cuando cuatro personas se disponen a jugar a los naipes utilizan la palabra suerte, en castellano curiosamente azar, que es un arabismo.

Hay algunas palabras de origen español a las que el uso en Marraquech ha desposeído del prefijo como trabando, que quiere decir contrabando, o monada, en este caso limonada. A los buques y embarcaciones, muy lejanos en el conocimiento de este pueblo de tierra adentro, se les denomina barco y a los coches de caballos, las calesas de color verde que circulan por las calles y plazas de Marraquech, simplemente coches. Un carro de mano recibe el nombre de carrossa y cuando se trata de decir algo gratuito se utiliza la palabra fabor.

Según Juan Goytisolo, hay otras expresiones y frases populares en las que se han introducido palabras castellanas como mica o suerte y explica que a los funcionarios de los ministerios y las oficinas oficiales marroquíes se les denomina aayn l-mika, que significa hombre con mirada de plástico, por su expresión cerrada y fría ante el hombre de la calle, y ma aandich el gana, traducido al español como no me da la gana.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_