Gestiones en Holanda para recuperar un manuscrito robado en Granada
La policía española gestiona en Holanda la devolución de un pergamino pertenecíente a la obra Historia natural, de Alberto Magno, realizado en el siglo XIV, que fue robado de la universidad de Granada y posteriormente vendido por 50.000 florines (unos dos millones y medio de pesetas) a un librero de Amsterdam. Los presuntos autores de la sustracción lo había hecho tasar pocos días antes de la venta en la sala de subastas Sotheby's de Londres.El pergamino se valoró entonces en 25.000 libras esterlinas (alrededor de cinco millones de pesetas). A las personas puestas a disposición judicial, dos bibliotecarios de la universidad granadina y un estudiante, se les intervino abundante material impreso de gran valor procedente de las bibliotecas universitarias (véase EL PAÍS de ayer).
Este grupo venía actuando desde el mes -de abril de 1985, fecha en que idearon el robo del pergamino. Según la policía, los bibliotecarios Manuel María Villar Gil y Nicolás Ruiz García, de 32 y 30 años de edad, respectivaniente, comisionaron al estudiante de Derecho Gustavo Ricardo del Milagro Pérez, natural de París y de 25 años, para vender el ejemplar en el extranjero. El primero de ellos es presidente de: la comunidad islámica Al Andalus, según fuentes policiales.
El librero holandés que adquirió el pergamino pidió al vendedor el título de propiedad de la obra, ya que recordaba haberla visto en un volumen de la universidad de Granada durante una exposición celebrada en Nueva York. Siempre según la versión de la policía, el vendedor entregó un título de propiedad a nombre de una persona, cuya identidad resultó ser ficticia, residente en Roma.
La denuncia fue formulada por el rector de la universidad granadina, José Vida Soria, quien desde hacía algún tiempo había observado la falta de volúmenes de alto valor. El manuscrito de donde fue sustraído el pergamino se encontraba guardado en una caja fuerte a la que tenía acceso, en función de su trabajo, Nicolás R. G., empleado en la biblioteca central de la universidad. La otra persona detenida trabajaba en la biblioteca de la facultad de Medicina y, según la Jefatura Superior de Policía, se le considera el cerebro de la operación.
Registro domiciliario
La policía, provista de un mandamiento judicial, registró la casa de este último, donde encontró libros, en su mayoría publicados entre los siglos XVI y XIX, con, sellos de propiedad pertenecientes a la biblioteca central, la de la facultad de Medicina y la de Filosofía y Letras, principalmente. Entre los volúmenes intervenidos figuran las Sentencias morales de Ben Syrae, editado en el año 1542; un libro titulado Maleficarum, de 1596; el Catálogo de manuscritos árabes, de Antonio Almagro, originario de 1849; un Curso de cirugía en francés, de 1693, y el Tratado de Hipócrates de Coray, de 1808, entre otras muchas obras de gran valor.También fueron intervenidos libros con sellos del Secretariado de Asistencia Estudiantil, de la facultad de Ciencias, de la universidad de Murcia y del Centro Artístico y Literario de Granada. La policia requisó los libros Sinopsis de las instituciones samaritanas, de 1735, y una edición de La Araucana de 1852. Estos últimos carecían de sellos y marcas de propiedad, aunque se sospecha que procedían de delitos.
Según la policía, el citado Manuel María V. G. siente una especial afición por los experimentos químicos y posee en su domicilio un pequeño laboratorio. Al parecer, allí fueron tratados los libros, según las señales que poseen algunos de los volúmenes intervenidos, para hacer desaparecer las marcas de propiedad con productos y procesos químicos. La policía ignora cuántos libros han podido venderse, después de ser manipulados, entre coleccionistas y libreros españoles y extranjeros. Para ello sería necesario que la universidad repasara su catálogo.
Fuentes universitarias y policíales manifestaron que el material bibliográfico recuperado tiene un valor "inestimable", debido a que muchos de los volúmenes son únicos o pertenecen a primeras ediciones.
