La línea defensiva de muros, un respiro para Marruecos

La línea defensiva de muros ha conseguido que Marruecos pueda hoy descansar de la pesadilla de la guerra y que sus Fuerzas Armadas Reales (FAR), tras 10 años de combate y presencia en el desierto, estén concebidas como un auténtico cuerpo de ejército sahariano. También ha dejado ante la evidencia pública que cualquier ataque o incursión del enemigo ha de proceder forzosamente de Argelia o de Mauritania. No hay ningún oficial marroquí que se atreva a decir que la guerra está ganada ni que a partir de ahora comienza el fin del Frente Polisario, pero todos los agregados militares extranjeros acreditados en Rabat aseguran que Marruecos ha aplicado astucia y tiempo a la estrategia de la guerra y que desde agosto último, trazada la línea definitiva que cierra el Sáhara desde el río Dara a la ciudad de Dajla, tiene el control militar de la zona. Otra cosa es la batalla política.

En 10 años, el Ejército marroquí ha pisado duro en el desierto. No hay prácticamente una zona en el Sáhara ocupado por las FAR en la que no se vea aún la huella del paso de convoyes militares de transporte o de unidades de carro y de artillería móvil. Las viejas carreteras españolas están siendo remozadas; y los antiguos caminos de piedra y arena, utilizados por las tropas nómadas coloniales, están siendo convertidos en pistas que utilizan land rover y Toyota de cuatro y seis cilindros, respectivamente.Las FAR emplean cartografía militar española de la zona. Son cartas militares impresas en Madrid anteriores a la independencia de Mauritania (1960), ya que en su enunciado se define este último país como territorio perteneciente a África occidental francesa. Lo mismo ocurre con la aviación militar, cuyos pilotos emplean también cartas de navegación españolas.

La comandancia de la zona sur, que dirige el general de brigada Abdelaziz Bennani, está concebida como un mando unificado, del que dependen la Marina Real y la Aviación. Esta última trata, al menos aparentemente, de convertir las instalaciones militares del aeropuerto de El Aaiún en una segunda base aérea corno la de Kenitra. Con este fin está construyendo pequeños refugios antiaéreos, de forma semicircular y situados junto a las pistas, en los que se pretenden albergar, probablemente para los próximos meses, unidades de combate de los escuadrones de F-5 o Mirage F-1 y, en un futuro, las nuevas adquisiciones de Mirage 2000 previstas por el Gobierno de Rabat.

El mando de Agadir está enlazado con sus cuarteles generales del Sáhara por un puente aéreo de aviones de transporte C-130 que, en varias ocasiones al día, hacen la línea Kenitra-Agadir-El Aaiún-Dajla, con un tiempo de permanencia mínima en aeropuerto de media hora para operaciones de carga y descarga. Los Hércules sobrevuelan la costa a una altura de 20.000 pies, y rara vez desvían su rumbo sobre tierra firme del interior.

Generalmente, los C-130 transportan a la tropa de permiso o que regresa de éste (cada cuatro meses los soldados profesionales gozan de permisos de 20 días para estar con su familia). Es curioso observar en formación a estos soldados antes de subir a los aviones, por su variada gama de uniformes de marinería, aviación y ejército de tierra, lo que demuestra la fuerte presencia militar en el territorio.

Navegación marítima

Otro sistema de transporte empleado por las Fuerzas Armadas Reales es la navegación marítima. En las bases navales de Dajla y El Aaiún habitualmente hay atracadas varias patrulleras, tanto del tipo PR-72 como del P-32, que son las empleadas habitualmente por la Marina Real para perseguir a los pesqueros, españoles que cometen infracciones en aguas del banco sahariano.Sin embargo, la base de Dajla, la posición más al sur que controla la Marina Real, disponía hace unos días en un atraque, además de las patrulleras Triki (303) y El Jafir (206), de una barcaza de desembarco del tipo Batral, concretamente la Abu Abdallah el Ayachi (404), gemela de la que el pasado mes de diciembre envió la Armada marroquí a Cádiz con una compañía de fusileros para participar en unos ejercicios conjuntos en la sierra de Retín.

Este tipo de barcazas de desembarco no es habitual en el puerto de Dajla, aunque, al parecer, está siendo utilizado últimamente, dada su gran capacidad de bodega para el transporte, tanto humano como de mercancías, piezas y municiones militares.

La mayoría de los subsectores poseen helipuertos. Utilizados por helicópteros del tipo Puma (similares a los que emplea en su desplazamiento la familia real española) o Augusta Bell, con capacidad de ocho plazas además de la tripulación. Gran parte de estos últimos helicópteros tienen su base en el subsector de Smara, que dispone de pista de aterrizaje propia para aviones, construida en la época colonial española, y el resto en las bases de Agadir y El Aaiún.

Este tipo de helicóptero, utilizado en el rodaje de la película Apocalipsis now, es el más adecuado, según expertos militares, para esta guerra del desierto. Normalmente, el transporte aéreo por el Sáhara corresponde a los escuadrones de helicópteros, todos ellos con pintura exterior de camuflaje, que suelen realizar los desplazamientos a vuelo bajo cuando rozan la línea de muros, bien para no ser vistos por el enemigo o bien para no provocar la alerta de los sistemas de control electrónicos que también existen en el otro lado de la frontera.

El mayor contingente de efectivos materiales y humanos, además del ubicado en los diferentes puntos de apoyo de la línea defensiva, están situados en el interior. Forman parte de los llamados Regimientos Móviles de Intervención (RMI), situados estratégicamente por sus sectores en el interior de los territorios bajo dominio del Ejército marroquí. Son unidades de intervención inmediata distribuidas según las necesidades y el terreno, y van desde baterías móviles de artillería a unidades agrupadas de carro y blindados de fuego a distancia.

Material norteamericano

El material, generalmente, es de origen norteamericano, si bien se va notando una mayor presencia de armamento soviético, como lo demuestran las metralletas de 14,5 milímetros empleadas en los puntos de apoyo. También son utilizados, ya en las baterías del interior, cañones de 155 milímetros, de fabricación norteamericana, como ocurre en la zona de Guelta Zemur, distanciadas entre sí a tan sólo 15 kilómetros, lo que permite a la artillería cubrir en cadena un radio de 20 kilómetros.Las FAR han solucionado el problema de la electricidad en el desierto con grupos electrógenos. Así se abastecen en su mayoría los diferentes subsectores militares. El agua es obtenida de pozos ya existentes o a través de nuevas prospecciones, hechas con el modelo del sondeo petrolífero.

Esto ha permitido que una zona como la de Majbes, donde no existía agua, cuente ahora con un pozo de 40 metros de profundidad, con una reserva de líquido tan sólo a 12 metros de la superficie.