Anatoli Dobrinin, casi un 'ciudadano estandounidense', vuelve a casa
Si Anatoli Dobrinin solicitara hoy que le concedieran la nacionalidad estadounidense, le sería inmediatamente otorgada. Primero, porque casi es un ciudadano norteamericano. Los últimos 24 años de sus 66 de vida ha residido, y sufrido, en Estados Unidos.En segundo lugar, porque es -junto con el ex ministro de Asuntos Exteriores y actual presidente de la URSS, Andrei Gromiko- la personalidad soviética que más secretos de Estado conoce.
Este viejo zorro de la política internacional es desde ayer miembro del Secretariado del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), y todo apunta a que su labor en la capital de la URSS estará encaminada a impulsar el papel del partido en la actividad diplomátíca, especialmente en estos momentos en que se trata de establecer un acercamiento entre el secretario general del PCUS, Mijail Gorbachov, y la Administración del presidente Ronald Reagan.
Anatoli Dobrinin ha visto pasar, en su dilatada vida política, seis presidentes por Ja Casa Blanca y cinco secretarios generales por el Kremlin.
Su última labor relevante se desarrolló con motivo del primer encuentro celebrado entre Mijail Gorbachov y Ronald Reagan, el pasado mes de noviembre en la ciudad suiza de Ginebra.
Esta primera cumbre, de cumplirse los pronósticos, tendrá una segunda parte este mismo año en Estados Unidos y una última parteel año próximo en la Unión Soviética.
La cruzada nuclear
Embarcado como está Mijail Gorbachov en una cruzada para eliminar el arma nuclear del mundo antes de que llegue el año 2000, su alianza con un perfecto conocedor de los pasillos del poder de Washington le puede aportar, sin duda, pingües beneficios políticos y diplomáticos.Quizá debido a su constante contacto con la mentalidad occidental, o tal vez a causa de su carácter naturalmente diplomático, Anatoli Dobrinin tiene en su haber la superación de numerosas crisis en las relaciones entre las superpotencias, entre ellas las de los misíles de Cuba en 1962.
Mimado por el ex presidente norteamericano Richard Nixon, que le otorgó acceso directo a su despacho oval, Anatoli Dobrinin cuenta con la admiración del ex secretario de Estado Henry Kissinger, por su excepcional comprensión de la psicología que mueve a los denostados capitalistas.
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