Indignación y pena en todo el mundo por el asesinato

Indignación, emoción, pena inmensa: el mundo no encontraba palabras ayer para expresar el impacto producido por el asesinato del primer ministro sueco, Olof Palme. Pocos personajes políticos en el mundo podrían suscitar tal unanimidad en torno a su persona, de Moscú a Washington, de África a Asia, en Europa a América Latina.

El 27º Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), al que asisten las máximas autoridades soviéticas, dedicó ayer un minuto de silencio a la memoria del asesinado primer ministro sueco, Olof Palme, en tanto que medios soviéticos vinculados a la política internacional sugerían que la muerte violenta del político, alabado en Moscú por sus esfuerzos pacifistas, "no es un hecho aislado", según informa Pilar Bonet. "Estamos indignados y conmovidos por el vil asesinato del prominente político y estadista, famoso en todo el mundo por su lucha por la paz, la independencia de los pueblos y la colaboración amplia entre los Estados para el bien de la humanidad", dijo el jefe del Comité Estatal de Seguridad (KGB), Viktor Chebrikov, que presidió la sesión de ayer del congreso. En Washington, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, recibió "con gran emoción" la noticia de la muerte trágica de Palme. "Olof Palme era uno de los jefes de Gobierno más respetados del mundo, -que ha hecho- de la compasión la esencia de la política sueca", dijo Reagan a través de un comunicado de la Casa Blanca.Sus amigos de la Internacional Socialista, de la que era vicepresidente, han quedado conmocionados por la noticia de su asesinato. En opinión de Bruno Kreisky, antiguo canciller socialdemócrata de Austria, Olof Palme era "uno de los mayores talentos políticos de la joven generación", al mismo tiempo que "un amigo fiel". El Papa ha expresado sus "profundas condolencias" al rey Carlos Gustavo, así como al Gobierno y al pueblo suecos, a los que señala que participa "en su emoción y dolor ante este acto de violencia insensata".

La mayor parte de los Gobier nos europeos han destacado sus lazos de amistad y de afecto personal con el político asesinado. El presidente francés, François Mitterrand, dijo: "Me cuesta todavía medir la amplitud de la pérdida, que será cruelmente sentida por el pueblo sueco y el mundo entero". El Gobierno portugués ha decretado un duelo nacional de tres días.

En América Latina, la mayoría de los dirigentes ha expresado también su consternación. El presidente argentino, Raúl Alfonsín, anunció que su país, decretará duelo nacional.