Dos supuestos 'grapo' retienen durante dos horas a cuatro rehenes en un banco de Zaragoza
Los dos presuntos miembros de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) que durante más de dos horas, armados con sendos revólveres, secuestraron a cuatro rehenes en un atraco perpetrado ayer en Zaragoza en una oficina de la Caja de Ahorros de la Inmaculada se entregaron a la policía pasadas las doce de la mañana, tras tensas negociaciones. Los dos atracadores, Juan José Donoso Pulido, natural de Asturias, y Rogelio Vázquez Gómez, de Galicia, ambos de unos 25 años, se confesaron miembros de los GRAPO y tienen antecedentes policiales por delitos comunes.
Los asaltantes exigieron para liberar a los rehenes garantías de que no se les aplicaría la ley antiterrorista; la presencia de dos abogados pertenecientes a la asociación Jóvenes Abogados, y negociar directamente con el, gobernador civil y delegado del Gobierno en Aragón, Ángel Luis Serrano. La primera autoridad provincial negó que hubiera habido negociaciones, sino "sólo conversaciones", y destacó la actuación de la policía y el comportamiento sereno de los rehenes.Los, detenidos fueron puestos a disposición judicial y continúan las investigaciones policiales, ya que no se descarta que puedan formar parte de una banda del citado grupo.
Los hechos se iniciaron sobre las 9.50, momento en el que se recibió en el 091 una llamada de la central de alarmas para avisar de que se estaba cometiendo un atraco en la agencia número 37 de la Caja de Ahorros de la Inmaculada, situada en el barrio de la Bombarda. Efectivos policiales rodearon el edificio, y los dos atracadores, al verse sorprendidos, tomaron como rehenes al director, al interventor y un administrativo de la caja, así como a una cliente. Tras maniatarles, les hicieron echarse al suelo, posición en la que permanecieron hasta su liberación. Un tercer individuo, que les esperaba en las inmediaciones con un taxi robado, se dio a la fuga.
Los secuestradores hicieron saber sus peticiones para soltar a los rehenes a través de Radio Nacional y Radio Popular: promesa de que no se les aplicaría la ley antiterrorista ni serían torturados si se entregaban; la presencia de dos jóvenes abogados y negociar con el gobernador civil o el jefe superior de Policía. Las conversaciones con los secuestradores las llevaron, en el lugar de los hechos, el comisario jefe de Información y el jefe de la Brigada Regional, coordinados por el jefe superior de Policía y el gobernador civil, que permanecieron en sus despachos.
Ángel Luis Serrano manifestó en una conferencia de prensa: "La actuación de la policía ha sido extraordinaria, convenciendo a los atracadores para que se rindieran. El objetivo principal de la operación era liberar a los cuatro rehenes sin que les pasara nada".
Añadió que no hubo negociaciones sino "sólo conversaciones". Alrededor de las 11.15 horas los secuestradores dejaron en libertad a uno de los rehenes, la cliente Adelina Guillén, que necesitó asistencia hospitalaria al sufrir un ataque de nervios.
La redactora del centro regional de TVE Sagrario Sainz fue requerida en dos ocasiones por los secuestradores, quienes primero pretendían difundir a través de dicho medio sus reivindicaciones y posteriormente exponer sus dudas respecto a que fueran cumplidas. Los atracadores insistieron en que dos jóvenes abogados les acompañasen durante 24 horas después de entregarse y que un forense les examinase antes de entrar en las dependencias policiales.
Esposados a los mediadores
Pasadas las 12 horas, los dos atracadores se entregaron y salieron de la oficina bancaria esposados a dos abogados de la entidad que se ofrecieron como mediadores. El primero en salir fue Rogelio Vázquez, con el puño en alto y vitoreando al GRAPO; después lo hizo Juan José Donoso, en idéntica actitud. Este último fue especialmente abucheado e increpado por el numeroso público que desde el principio se concentró en las inmediaciones de la caja atracada. Ambos fueron conducidos a dependencias policiales y puestos a disposición judicial. Se les ocuparon dos revólveres, calibre 38, cargados con abundante munición, un spray y un carné de identidad falsificado.
El gobernador civil ofreció en una conferencia de prensa la versión oficial de los hechos. Confirmó que ambos detenidos pertenecían al mencionado grupo terrorista y matizó que se encuentran "en la frontera límite entre la delincuencia común y la actuación por motivos políticos". Uno de ellos, Rogelio Vázquez, salió de la cárcel, donde se encontraba por un delito común, el pasado mes de julio. El gobernador civil no precisó si se les va a aplicar la ley antiterrorista.
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