El 'Challenger" no debió ser lanzado, según la comisión que investiga el accidente
AGENCIAS, La comisión que investiga las causas del accidente del transbordador espacial Challenger, que estalló en el aire poco después de su lanzamiento el pasado 28 de enero, causando la muerte de sus siete tripulantes, anunció el pasado sábado que los responsables de la Agencia Espacial norteamericana (NASA) cometieron probablemente un "error" cuando decidieron seguir adelante con el lanzamiento de la nave espacial.
Un pequeño agujero en la masilla que sellaba los anillos que unen las distintas piezas de los cohetes propulsores del transbordador espacial es el primer sospechoso de haber causado la catástrofe. La NASA ha reconocido que desde hace 38 meses sabían que estos anillos de unión presentaban problemas.Un ejecutivo de una industria areoespacial, que quiso mantener secreta su identidad ya que trabaja con la Agencia, afirmó que la NASA conocía el problema, pero no acababa de tomar una decisión sobre el mismo.
Estos anillos están diseñados para ensamblar las distintas piezas de los cohetes propulsores, que son trasladados por partes hasta el lugar de lanzamiento. Tienen 3,6 metros de diámetro y están hechos de caucho sintético. En cada juntura hay dos pares; el segundo tiene por misión sustituir al primero si éste falla y, entre ambos, se halla la masilla.
Retorcimiento
Los expertos de la NASA admiten que debido a la presión a que son sometidos durante el lanzamiento llegan a retorcerse hasta50 centímetros y que deben recuperar su impermeabilidad en una 600ª de segundo.
Los estudios realizados con los cohetes recuperados en anteriores vuelos han demostrado que en muchos de ellos los chorros de gas caliente han sido capaces de traspasar el primero de los anillos y parte de la masilla. Los investigadores creen que el día del accidente un chorro de gas consiguió atravesar también el segundo anillo, lo que parece confirmar la pequeña nube de, humo negro que mostraba una de las fotografías del momento del lanzamiento, cuando la nave se encontraba aún en tierra.
El año pasado, la compañía que fabrica los cohetes propulsores, Morton Thiokol, aconsejó a la NASA que prescindiera de la masilla, ya que así, en caso de que el gas traspasara uno de los anillos, la presión se ejercería sobre, una mayor superficie del segundo anillo, en lugar de concentrarse en el pequeño agujero que pudiera haber encontrado en la masilla.
Varios informes internos prueban que la NASA estaba al corriente del problema, incluso a los anillos se les había incluido en la categoría Criticality 1-R, tecnicismo que indicaba que su fallo podía provocar una catástrofe en -egún qué circunstancias, pero nadie había decidido qué solución tomar en el momento del accidente.
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