Dinamarca, Italia y Grecia no firmarán hoy la reforma de la Comunidad Europea

Los ministros de Exteriores de los doce se reúnen hoy en Luxemburgo para la firma incompleta de una reforma mínima de la Comunidad Europea (CE). A las 17.30 comenzará la ratificación del Acta única Europea, que engloba la reforma del Tratado de Roma y la instauración del Tratado de Cooperación Política. Dinamarca, Italia y Grecia (salvo que Atenas cambie de opinión a última hora) no firmarán.

Dinamarca esperará para firmar o no al resultado del referéndum sobre la cuestión que se celebrará el 27 de febrero. El Parlamento, danés rechazó la reforma defendida por el Gobierno minoritario de coalición de centro-derecha de Poul Schlüter, al considerar que la reforma iba demasiado lejos en la delegación de soberanía nacional a las instituciones supranacionales de la Comunidad Europea. Otra causa fue el temor de que Dinamarca, debido al principio de la unidad de mercado en la CE, no pueda mantener sus normas más rigurosas de protección del medio ambiente y de las condiciones laborales.Grecia, por su parte, no ha querido dejar sola a Dinamarca (a pesar de que Copenhague fue quien pidió en un principio que los otros 11 países firmaran antes del referéndum para presionar sobre su propia opinión pública), y prefiere esperar la decisión danesa.

Mantener el texto

Italia está en el otro extremo. El Parlamento de Italia considera que la reforma se ha quedado muy corta, especialmente en lo que a los poderes del Parlamento Europeo se refiere. La Comisión de Exteriores de la Cámara baja pidió el jueves a su Gobierno que retrasase la firma del Acta hasta que los otros Estados Comunidad madurasen su decisión.

Dicha comisión ha solicitdo que el Gobierno italiano pida a los doce que, para el 1 de enero de 1988, se proceda a una revisión de los resultados de la actual reforma, y a la luz de ésta se aumenten los poderes del Parlamento Europeo.

Sin embargo, la presidencia holandesa del Consejo de Ministros de la CE ha mantenido la fecha de hoy para poner a la firma el acta. Los nueve firmantes quieren así lanzar el claro mensaje de que no están dispuestos a revisar el texto acordado por los jefes de Estado y de Gobierno en diciembre pasado, ni a la baja (como querría la oposición danesa), ni al alza (como hubieran deseado los italianos). El acuerdo que se alcanzó era demasiado delicado para modificarlo.

Para entrar en vigor, el Acta Única ha de ser firmada por los doce y ratificada por sus parlamentos nacionales. En el mejor de los casos, estos trámites no estarán completados hasta el otoño. El hecho de que la firma sea incompleta supone un contratiempo para los planes de la presidencia holandesa. La Haya iba a proponer, en cuanto los doce hubieran firmado, la puesta en práctica de lo estipulado en el Acta Única sin esperar a su ratificación, y avanzar así más deprisa había la creación del gran mercado interior al que se pretende llegar en 1992.

La principal novedad que aportaría este Acta Única a la vida comunitaria es la ampliación de la regla de la mayoría para las decisiones relativas a la supresión de las fronteras.

Se abren asimismo nuevos campos para políticas comunitarias: medio ambiente, tecnología y política social. Al Parlamento Europeo se le concederían unos mínimos nuevos poderes, pero el Consejo de Ministros de la CE guardaría siempre la última palabra en las decisiones.