España gasta 325 millones de pesetas anuales en la OTAN

A.O., Hasta el momento, España sólo contribuye al presupuesto civil de la OTAN en un porcentaje del 3,5% del total (intermedio entre Canadá y Bélgica), lo que supuso en 1985 un desembolso de unos 2,17 millones de dólares (unos 325 millones de pesetas, al cambio actual). España no contribuye -aunque Francia sí lo hace- al presupuesto militar de la Alianza ni al programa de infraestructuras comunes. Calcular el coste de la permanencia sería sumamente difícil y arriesgado, pues dependería ante todo de qué tipo de permanencia escoge España, si es que se va a quedar en la OTAN. Y sin este dato fundamental, todo el resto es fútil.

España participa en algunos organismos que dependen de la estructura militar -y, por tanto, del presupuesto militar- de la OTAN, como el Comité Militar, el Colegio de Defensa de la OTAN en Roma, el Grupo de Normalización, el Comité Consultivo sobre Guerra Electrónica y otros. España ofreció pagar lo que le correspondiese. La OTAN, por el momento, no ha aceptado, pues de otro modo se hubiera podido prejuzgar un criterio de selectividad en la participación española en diversos organismos militares de la Alianza.En su libro OTAN y España: el precio de una alianza, el coronel Angel Lobo llegaba, en 1981, a la conclusión de que la aportación española al presupuesto civil de la Alianza debía ser del 2,63%. La realidad ha demostrado que era más. A ello habría que sumar el coste de mantener abierta una misión permanente en la OTAN. En cualquier cálculo, habría de tener en cuenta, en todo caso, lo que España se gastaría incluso sin estar en la OTAN.

Los presupuestos civil y militar de la Alianza cubren el funcionamiento de los cuarteles generales de los mandos, diversas agencias especializadas, algunos programas militares internacionales y el coste del secretariado internacional de la OTAN en Bruselas. Según Martin Bloch, presidente de los comités del presupuesto civil y del presupuesto militar, el primero ascendió en 1985 a 62 millones de dólares (unos 9.300 millones de pesetas), y el segundo, a 476 millones de dólares (casi 71.500 millones de pesetas).

Reparto por países

El reparto por países del presupuesto civil es el siguiente: EE UU 23,35%; Reino Unido, 18,82% Francia, 16,5% RFA, 15,54% Italia, 5,75% Canadá, 5,6% España, 3,5%; Bélgica, 2,76%; Holanda, 2,75%; Dinamarca, 1,59%, Turquía, 1,59%, Noruega, 1,11%; Portugal, 0,63% Grecia, 0,38%; Luxemburgo, 0,08%, e Islandia, 0,05%.

El 56% de este presupuesto civil, según Bloch, está destinado a gastos de personal, mientras que esta partida representa sólo un 25% del presupuesto militar, ya que la mayor parte del personal de los cuarteles generales militares internacionales está pagada por el país de donde provenga. El presupuesto militar es harto complicado, pues existen varios presupuestos militares: a repartir entre 15, 14, 13 y 12 países. Los presupuestos a quince y a catorce representan casi las dos terceras partes del total. El presupuesto a doce, de unos 150 millones de dólares (unos 22.500 millones de pesetas), es otra tercera parte del total.

En el presupuesto a quince, EE UU paga un 25%; Francia, un 17,12%, o Islandia, por ejemplo, un 0,05%. A catorce desaparece Francia, que no paga los costes de los mandos ni de las agencias militares en las que no participa. En este caso, la contribución de EE UU sube entonces a un 30,16%; la de la RFA, a un 21,98%, y la de Islandia, a 0,06%.

El presupuesto a trece, en el que no participan España, Francia ni Islandia, cubre el coste de los mandos de los radares volantes (AWACS) de la OTAN. El de doce, en el que no participa el Reino Unido, que tiene su programa de radares volantes Nimrod, en vez de AWACS, incluye el equipo y mantenimiento de estos sistemas.

A grandes rasgos, una integración militar española significaría un porcentaje de participación en el presupuesto militar similar al civil; es decir, unos 16 millones de dólares anuales (unos 2.400 millones de psetas). Pero el tipo di permanencia que se decida, si se decide, en los órganos militares de la OTAN dictará qué contribución hará España a este presupuesto.

Gastos de infraestructura

El presupuesto más importante de la OTAN, sin embargo, es el de obras de infraestructuras comunes (unos 7.850 millones de dólares en el último tramo decidido para 1985-1991), en el que Francia también tiene una participación, aunque moderada. Según Lobo, la participación española en 1981 hubiera supuesto un desembolso por parte de España de unos 30 millones de dólares (unos 4.500 millones de pesetas). Claro que, de nuevo, depende de lo que España quisiera hacer en este terreno.

A través de las obras de infraestructura, los países más pobres de la OTAN reciben dinero. Pero en campos como los refugios para la defensa aérea también tienen que aportar aproximadamente la mitad de los fondos que se les atribuyan. Y quizá España tendría que llevar a cabo algunas de estas obras, esté o no en la OTAN. Lo mismo ocurre con los programas multinacionales de armamentos en los que, en el marco de la OTAN, participa España, y que a menudo forman presupuestos separados.