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El viejo roble en 'Litoral'

"Cuando escribo una página que se lee mal, estoy seguro de que la he escrito yo. Cuando se lee bien ha venido de algún otro sitio". Éste es uno de los aforismos más sugerentes de los que recoge el número monográfico de la revista Litoral, dedicado a Geraid Brenan con el título de Al sur del laberinto.Además de una cronología muy bien ilustrada -y los habituales excelentes dibujos de Litoral-, la revista incluye, por ejemplo, una Aproximación a la vida de Gerald Brenan, por Sam Abrams, en el que éste hace un rápido pero preciso recorrido por la biografía de Brenan, desde que nace en Malta, en 1894, hasta su actual vida en su casa de Alahurín el Grande, a los 92 años de edad. Queda reflejada entretanto su infancia nómada por Irlanda, África del Sur, India, Reino Unido, Francia y Suiza, cómo se escapó de su casa a los 17 años y sus vagabundeos por Europa, su participación en la I Guerra Mundial y sus relaciones sentimentales hasta unirse a la bella poetisa Gamel Woolsey. Refleja también su recorrido intelectual y su interés por España, de la que surgen obras de la importancia de El laberinto español, Al sur de Granada y The literature of spanish people. El artículo de Sam Abrams es parte de una biografía que prepara este autor sobre el hispanista.

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Gerald Brenan fue hospitalizado en estado grave en Málaga

Para leer 2.000 libros

"Me decidí por España pensando que sería el país más barato que podía encontrar en Europa, ya que se había mantenido neutral en la guerra", dice Brenan en una entrevista concedida a Eduardo Castro. "Quería encontrar un lugar tranquilo donde poder dedicarme, durante dos o tres años, a leer y estudiar los 2.000 libros que previamepte había juntado en Inglaterra y hecho enviar por barco a Almería. Tenía la intención de ser poeta, pero para escribir tenía antes que aprender a hacerlo, estudiando únicamente los temas que me interesaban para mi propósito: filosofía, literatura, historia, geografía... Vine a Andalucía como se va a una universidad, pero sin clases ni profesores ni más compañeros que mis propios libros. Por supuesto, no podía imaginarme que terminaría quedándome aquí para casi toda la vida".La guerra civil influyó en Brenan de manera decisiva: "La guerra civil española me había afectado de manera mucho más honda que la guerra con los nazis, en razón de la violencia con que se desarrolló, y tuve que luchar continuamente con la intensidad de mis sentimientos para evitar partidismos y prejuicios. Cuando empecé a recoger material para el libro, mi ignorancia, tanto sobre los movimientos obreros como sobre la dialéctica marxista era casi completa, así que tenía mucho trabajo por delante. Al terminarlo, sin embargo, me di cuenta de que en realidad había escrito una crítica de las locuras e ilusiones de la izquierda, con cuyos básicos objetivos simpatizaba"

Reproduce Litorial el capítulo Albañiles y animales, del libro de Brenan Al sur de Granada. Habla de lo que es la mesa camilla, y escribe: "A veces se me ha ocurrido pensar que una de las causas de la decadencia española durante el siglo XVII puede radicar en esta mesa redonda. Se talaron los bosques, escaseó la leña, se difundió la idea de la vida en casa y se extendió también la costumbre masculina de apiñarse en cómoda plática con sus mujeres -la tía de la esposa, su madre, los hijos mayores- en vez de estarse junto al fuego, con las piernas extendidas, y sentadas ellas en cuclillas sobre los almohadones de la estrada. Alrededor de la mesa camilla la vida familiar se espesaba, se hacía más densa, más orientalmente burguesa...".

"Todos los novelistas serios y los poetas escriben para la posteridad" dice Brenan en uno de los aforismos suyos que se recogen en el número monográfico. "Esto es porque el único test para una obrita literaria es que guste en épocas diferentes de la suya propia".

Publica Litoral poemas de Brenan en doble versión y una evocación de Díaz López: "Todavía con sus achacosos 90 años, hablar con don Geraldo de literatura es una de las experiencias más enriquecedoras. Sus cansadas neuronas parecen revivir al tratar de temas literarios, y no es nada extraño, dada su casi total dedicación a la lectura y estudio de los más diversos autores, de diferentes lenguas y países, algunos de los cuales han sido parte de su vida, hasta el punto de haber influido en su forma de ser y vivir ( ... ). Su rebeldía, anarquía y desapego material tienen mucho que ver con los modelos de sus autores favoritos".

Otros dos hispanistas, Ian Gibson y Gabriel Jackson, escriben a Brenan. El primero titula A Gerald Brenan, maestro: "Geraldo Brenan, para mí es mucho más que un hispanista", dice, que un estudioso de las cosas de España. Es el hombre que no se doblegó, que quiso labrar su propia vida, que, desde niño, intuía que tenía vocación para hacer algo muy personal en el mundo...". En su Homenaje a Geraldo Brenan, Jackson afirma: "Sin lugar a dudas, Gerald Brenan es una de las figuras más insólitas y admirables de la cultura española del siglo XX".

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