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Gran Bretaña quedará unida al continente por un túnel sólo para trenes en 1993

Soledad Gallego-Díaz

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ, Francia y Gran Bretaña quedarán unidas en 1993 por un túnel exclusivamente ferroviario, a 40 metros por debajo del canal de la Mancha, según anunciaron ayer en Lille el presidente francés, François Mitterrand, y la primera ministra británica, Margaret Thatcher. El proyecto elegido, que se denomina Channel Tunnel-France Manche, es el más barato y el más realista de cuantos se habían presentado, y contaba con todo el apoyo de París.

Thatcher y Mitterrand anunciaron, sin embargo, que no se ha descartado la posibilidad de perforar en el futuro una autopista subterránea y que el grupo que realizará el túnel ferroviario tiene un plazo de 15 años para presentar el proyecto de ampliación.El anuncio fue rodeado de toda la solemnidad que requería el caso. Margaret Thatcher, que, contra lo que es habitual en ella, aceptó hablar en francés, calificó el proyecto de "obra apasionante, digna de nuestra época y de las aspiraciones de nuestros pueblos". Mitterrand, por su parte, recordó que las obras del túnel de la Mancha serán las más importantes realizadas en todo el siglo XX.

El túnel, que será financiado íntegramente por el sector privado, contará con tres ramas: dos destinadas al paso de ferrocarriles y de pequeños trenes diseñados únicamente para el transporte de vehículos motorizados y una tercera que funcionará como vía de servicio y de emergencia.

Los túneles tendrán un diámetro de 7,3 metros y una longitud de 50 kilómetros, 37 de ellos bajo el nivel del agua, a una profundidad de entre 40 y 100 metros bajo el canal. Las obras comenzarán simultáneamente en Cheriton, cerca de Folkestone, y en Sangatte, en las proximidades de Calais, y permitirán crear 50.000 puestos de trabajo.

El coste global será de 30.000 millones de francos (unos 600.000 millones de pesetas), aportados íntegramente por un consorcio anglo-francés en el que figuran los principales bancos de los dos países (Crédit Lyonnais, Banque Nationale de Paris, Indosuez, Nat West y Midland Bank), así como importantes empresas del sector energético y de la construcción. Según informaciones publicadas en Japón, varios bancos nipones están también interesados. Se respeta así la primera condición del Gobierno de Margaret Thatcher, quien siempre aseguró que no facilitaría "ni un penique" para financiar el proyecto.

La elección del plan de Channel Tunnel-France Manche se ha impuesto, según los expertos, por sentido común: los otros tres proyectos presentados costaban más caros (dos de ellos, casi el doble) y planteaban dudas técnicas. El túnel ferroviario, según sir Nicholas Henderson, presidente del consorcio, no será ni más caro ni más complicado que una simple línea de metro.

El anuncio formulado por Mitterrand y Thatcher será formalizado el próximo 12 de febrero, con la firma de un tratado en Londres. El acuerdo incluye un párrafo, reclamado por el Reino Unido, según el cual el consorcio se compromete a presentar de aquí al año 2000 un proyecto para la perforación de una autopista bajo el mar por la que puedan circular vehículos motorizados. En el caso de que no se cumpla este requisito, el consorcio perderá el contrato de concesión en exclusiva. La primera ministra británica insistió, en una breve conferencia de prensa, en que el túnel ferroviario sólo es "un primer paso". "Nosotros no hemos dicho aún nuestra última palabra y seguimos pensando y queriendo que exista una autopista", explicó .

François Mitterrand resaltó que el túnel dará un nuevo impulso a la conexión por TGV (Tren de Gran Velocidad, diseñado en Francia) entre París, Bruselas y Colonia. A partir de 1993, el trayecto por tren entre las capitales francesa o belga y la británica necesitará menos de tres horas, lo que permitirá competir con las compañías aéreas. El consorcio prevé un tráfico de algo más de 29 millones de pasajeros y 13 millones de toneladas de mercancías al año, lo que permitirá rentabilizar la fabulosa inversión.

"Lo que debía haber sido la obra más importante de fines del siglo XIX se ha convertido en la obra más importante del siglo XX. Hoy es un gran día para la Comunidad Europea", afirmó el ex primer ministro y alcalde de Lille, Pierre Mauroy. El túnel de la Mancha, explicó, significará una nueva era para la región del norte de Francia, una de las más afectadas por la crisis económica.

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